PANORAMA
3J - 9 años de la primera movilización del Ni una menos
El pasado 3 de junio se llevó a cabo una nueva marcha de Ni Una Menos en las inmediaciones del Congreso de la Nación donde distintas organizaciones se movilizaron contra la violencia machista y la injusticia. A nueve años del femicidio de Chiara Paez que provocó la salida a las calles de miles de mujeres en todo el país contra la violencia de género, el movimiento alerta sobre la estabilidad de las tasas de femicidios, el vaciamiento de los programas de género y el ataque desde el gobierno a los feminismos y diversidades.
La lectura del documento principal fue realizada por representantes de distintos movimientos convocantes en el cual se denunció: “Estamos viviendo un momento de profundos ataques al conjunto de nuestro pueblo. El gobierno de Milei instauró la crueldad y el odio como política de Estado”. Durante el encuentro estuvo muy presente en gritos y consignas el triple lesbicidio en Barracas: “Exigimos justicia por Pamela, Roxana y Andrea, asesinadas cruelmente con dos bombas molotov por ser lesbianas. El silencio es complicidad (...). Exigimos una respuesta habitacional adecuada y acompañamiento integral sostenido en el tiempo y que le garanticen una perspectiva de vida digna y libre de violencias. ¡Ni una lesbiana menos!”.
Desde aquella primera plaza colmada de mujeres en 2015 se instaló en la agenda pública y mediática la militancia feminista, en distintos sectores de la sociedad se inició una conversación sobre la importancia de políticas públicas que protejan a las mujeres en situaciones de violencia y se construyó una condena social sobre comportamientos machistas. Llevó años de lucha concientizar a la sociedad sobre el poder que ejerce el sistema patriarcal coartando libertades sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas, excluyéndonos de la participación política y social, sacándonos a través de su violencia el derecho de crear vínculos y comunidades.
Sin embargo hoy la sociedad encuentra discursos de odio que se propagan desde el Estado que legitiman el ataque a mujeres y diversidades en un contexto de crisis económica en el que los sectores más vulnerables necesitan contención estatal.
Según un informe del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA) el gobierno de La Libertad Avanza presidido por Javier Milei recortó un 33% el presupuesto de las políticas que apuntan a reducir la desigualdad de género. Estos datos se traducen en desprotección a las víctimas ya que seredujo un 25,52% el presupuesto de la Línea 144, es decir que ante la necesidad de pedir refugio o denunciar a su atacante una mujer ya no tendrá el mismo soporte. En este mismo caso es fundamental el acompañamiento legal y psicológico, ya que ante la huida del hogar para evitar ser golpeada o asesinada necesita seguridad, sin embargo el Programa Acompañar sufrió una caída del 80% de su presupuesto.
Estas ineficiencias del Estado provocan un desánimo en las víctimas para denunciar y/o pedir ayuda, muchas de ellas con hijos. Un Estado que las deja solas con una tasa de 1 femicidio cada 35 horas.
Como aquel primer 3J que retomó luchas, creó nuevas y conquistó derechos como la carátula de femicidio en el sistema penal, la Ley Micaela que se implementa desde el Estado para proteger a las victimas de violencia de género, organismos abocados a las políticas de género yproteccion, la reciente conquista del aborto legal, seguro y gratuito, entre otros, la organización feminista continúa presente en las calles y en alerta.