miércoles, 21 de diciembre de 2016

Ella


De Ludmila López

  

Ella no puede decidir sobre su vida
No tiene la capacidad de hacerlo.
Vive para otros
No es capaz de emprender el vuelo.
Vive en la oscuridad de la rareza
Y al salir se encuentra en la oscuridad de la normalidad.
No pretende oír que el mundo lo siente,
Ella es la equivocada impaciente.
Al cambiar la cosas recibe dolor
Pero si las deja estar se muere y sin color.
Una vida mal educada
A la adultez no llegó preparada.
Intentó cambiar el mundo,
Intentó adaptarse al mundo,
Intentó dejarse estar
Y todo estaba mal.
Al mundo no lo cambió
Pero su granito de arena sembró.
No la ví más cuando dijo encontrar el amor,
No la sentí más cuando dijo que todo cambió.
Su sonrisa era roja,
Sus lágrimas eran piadosas.
Sus ojos negros, de odio y poder,
ese día empezaron a temer.
Se reveló ante él,
Se reveló ante ellos
Y recibió agravios de sus compañeros,
Se reveló ante él y le llegó el golpe del momento,
Ellos justificaron algo sin argumentos,
Ella lloró, ella siguió
Ella no pudo escapar y al día siguiente no estaba más.
La lucha que dejó,
las lágrimas rojas que lloró,
La vida que perdió...
Nada de eso les importó,
Su vida se escapó y el mundo justificó algo sin razón.
Su corazón se partió, su corazón paró
Su cuerpo al rojo vivo ese día comprendió...
Era algo demasiado cruel lo que vivió
Algo que en el olvido quedó.
Al mundo no lo cambió,
Pero su granito de arena sembró.

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