EN LA CALLE + OPINIÓN
Multitudinaria convocatoria de los colectivos de la diversidad en el centro de la Ciudad
El sábado primero de febrero dos
millones de personas salieron a las calles a manifestarse en el marco de la
Marcha Federal LGBT+ Antifascista y Anti-racista. En Buenos Aires, la
movilización de llevó adelante desde el Congreso de la Nación y culminaron, con
orgullo y gritos de libertad, en Plaza de Mayo, frente a la casa de gobierno.
La
movilización se organizó en una asamblea autoconvocada en Parque Lezama luego
del discurso del presidente Javier Milei en el Foro Económico Mundial de Davos
donde alentó a los líderes del mundo a “desmantelar el edificio ideológico del
wokismo”. Este término es utilizado por el gobierno, especialmente en redes
sociales, para avanzar contra las políticas de inclusión, diversidad y género.
En esta línea pronunció que “la ideología de género constituye lisa y
llanamente abuso infantil” y se pronunció en contra de la “normalización” de la
figura de femicidio en el código penal. Al día siguiente propuso eliminar la
figura legal de feminicidio, los cupos laborales para minorías sexuales, la
paridad de género en listas electorales y los documentos de identidad no
binarios. Un ataque claro a las luchas de sectores sociales que rápidamente se
organizaron.
Luego
de un rechazo colectivo al discurso Javier Milei esperaba el encuentro en la
emblemática Avenida de Mayo. Ya a las cuatro de la tarde las estaciones de
subtes se encontraban repletas de gente esperando poder subir a algún vagón que
los lleve al centro. Familias, amigos, compañeros y desconocidos charlando
sobre el calor de ese sábado y del dolor de ver un fascismo avanzando
nuevamente en el país. “Estoy grande para estos calores nena, pero bueno
querida hay que ir. Como siempre” me dice una señora de rulos con canas,
vestido y un pañuelo de arcoíris en la mano. Alrededor se siente la alegría de
saber que estamos todos yendo al mismo lado.
La convocatoria reunió a la comunidad LGBT+,
feministas, Madres de Plaza de Mayo, artistas, gremios y sindicatos,
organizaciones políticas de la oposición como La Cámpora, la Izquierda, Partido
Obrero y distintos sectores sociales. La tarde estuvo colmada de colores,
cintitas, banderas, vinchas, pañuelos y abanicos, de orgullo. La avenida de
Mayo se volvió a llenar de historia con consignas como “Educación es rebeldía”,
“El pueblo unido jamás será vencido” y un mar de letras e imágenes en contra de
Milei. Mientras distintos grupos bailaban al ritmo de una murga, otros cantaban
y gritaban por la verdadera libertad de ser. Adultos mayores caminando o desde
los balcones saludando, infancias felices sosteniendo las manos de su familia
asombrándose por la multitud y el color, parejas levantando la libreta civil en
alto, todos caminando juntos entre vendedores ambulantes y feriantes que
ofrecían como souvenir sus remeras, tazas, stickers, vinchas, pulseras y
banderas.
Fue una jornada que culminó con la alegría por verse en colectivo mezclada con la conmoción por una nueva lucha en defensa de los derechos adquiridos y la memoria de quienes perdieron sus vidas en ella. Desde la asunción de Javier Milei como presidente hay un avance desde el Estado contra el “feminismo, diversidad, inclusión, equidad, inmigración, aborto, ecologismo, ideología de género…”, es decir, contra aquellas ideas distintas a las de su proyecto social y económico, tal como trascribe el ahora “malinterpretado” discurso de Davos en la página oficial de gobierno. Sin embargo, la comunidad está decidida a no volver atrás.
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