miércoles, 11 de julio de 2018

El Fondo de un pozo


El Fondo de un pozo.
Por Daniel Sica.



El Fondo Monetario Internacional más conocido como FMI fue fundado durante el llamado acuerdo de Bretton Woods (New Hampshire, EE. UU.) el 22 de julio de 1944. En dicho acuerdo participaron cuarenta y cuatro países “aliados” de la Segunda Guerra Mundial. Aunque los países, miembros fundadores, finalmente fueron solo veintinueve.
Obviamente no fue casual que la sede de la misma fuese en Estados Unidos. Era el aparente gran vencedor de la contienda y en vías de convertirse en la potencia dominante mundial que reemplazó a Gran Bretaña como principal país colonizador. Algunos de los miembros eran, también, ex colonizadores durante los últimos siglos: la misma Gran Bretaña, Francia, Holanda, España, Portugal, etc..
Su principal objetivo era mantener las variables económicas internacionales de sus integrantes en forma estable. O sea, que no hubiera guerras financieras entre ellos como había ocurrido durante los años ‘20 y ’30, las cuales habían provocado serias tensiones internacionales. El economista británico John Maynard Keynes, propuso la creación de una nueva moneda, pero los Estados Unidos, siendo dueños para ese momento de un tercio de las reservas mundiales de oro, lograron imponer el dólar como la moneda de intercambio internacional, con el compromiso de que este sería convertible a su valor equivalente en oro.
De esta manera, las monedas debían tener un tipo de cambio fijo e inamovible respecto del oro o el dólar estadounidense. Esta es una concepción típicamente ortodoxa de la economía que no permite alterar el status quo, vale decir que cada uno de los países mantenía sus situaciones de pobreza (y explotación) o riqueza (mantenida por los anteriores).
Pero el 15 de julio de 1971, estas reglas fueron rotas unilateralmente por EE.UU. de la mano de Richard Nixon abandonando la paridad del dólar con el oro. ¿Los motivos? Una nueva guerra, esta vez la de Vietnam. Ya estaba de pie el poder del “complejo militar-industrial” tal como lo había llamado, años atrás, Dwight Eisenhower. Es así como el Estado, embarcado en enormes gastos militares, al no poder emitir billetes sino aumentaban en paralelo sus reservas de oro, decide salirse del acuerdo.
En ese momento es cuando el FMI comienza a tomar medidas más ortodoxas aún, lo que hoy conocemos como “neoliberalismo”, contra países del acuerdo sin castigar a EE.UU. por haberse salido. Para ese entonces, el FMI ya era EE.UU.  



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