MIRADAS
A 44
años del golpe de Estado, lxs vecinxs de Montserrat pedimos Memoria, Verdad y
Justicia
Por Gustavo López
El pueblo argentino
tiene en su haber luchas y resistencias en defensa de sus derechos y de la
soberanía de la Nación. Desde las organizaciones políticas, sociales y
sindicales, nuestra gente supo resistir los golpes de Estado y los intentos de
un sector de la clase política que pretendió extranjerizar nuestra economía y deteriorar la vida de la
población en beneficio de intereses foráneos. La movilización y resistencia de
1955 en defensa del gobierno elegido democráticamente por el pueblo; el
Cordobazo que termino con la dictadura de Onganía son algunos ejemplos de esa
lucha organizada.
El 24 de marzo de
1976 una vez más sectores políticos y civiles, ajenos a los intereses de la
Nación Argentina, instalaron mediante un golpe de Estado la dictadura más feroz
y sangrienta que conoció la historia de nuestro país. Ese proceso cívico-militar
violó derechos humanos, apelando al
secuestro, la tortura, la desaparición, asesinatos, robos de bebés con la
consecuente pérdida de identidad, en detrimento de los sectores populares a los
cuales paso a considerar enemigos o subversivos.
Desarticuló las
organizaciones sociales, sindicales, políticas y barriales desde las cuales se
tejían los lazos de solidaridad, cooperación y de identidad de nuestra cultura
nacional. Con estas prácticas, sumado a la desindustrialización del país,
instaló la cultura dominante del sistema financiero que las élites nacionales
planearon como modelo de país.
Lxs vecinxs de Montserrat
no olvidamos ese proceso de terror planificado desde el Estado y el poder
financiero. Es por eso que todos los años llevan adelante movilizaciones desde
el “Espacio de Memoria Virrey Cevallos”, y las organizaciones políticas y
sociales del barrio desarrollan eventos como el “Corso por la Memoria” desde el
cual se recuerda a lxs murguerxs desaparecidxs, así como la “Marcha de las
Antorchas” donde se evoca la lucha de los desaparecidos del barrio.
Pero hoy, con un marco distinto producto del contexto de pandemia del coronavirus, nos encuentra en casa, cuidándonos a nosotros mismos y a nuestros vecinxs, amigxs, compañerxs, colegas, conciudadanxs. Y a pesar de eso, desde casa, el barrio de Montserrat alza la voz diciendo ni un paso atrás: son 30.000, fue genocidio.
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