lunes, 30 de marzo de 2020

¿En qué pensamos cuando llega el 8 de Marzo?


MIRADAS
Día de la mujer: ¿En qué pensamos cuando llega el 8 de Marzo?
Por Victoria Ballesteros Torres


Les proponemos un revisionismo histórico que nos invite a replantearnos si realmente es un “Felíz día” para las mujeres.

En los albores del capitalismo, miles de trabajadoras salieron a las calles de Nueva York para exigir mejoras en sus condiciones de trabajo: reducción de la jornada laboral, eliminación del trabajo infantil, y salarios dignos, entre otras demandas. Estas demandas representaban el emblema de su lucha. A su vez también, existía una brecha importante entre el salario de los hombres y el de las mujeres, de modo que esto, no podía seguir así.

 El 8 de Marzo de 1908, alrededor de 123 mujeres, quedaron atrapadas en un incendio en la fábrica textil “Cotton” de Nueva York. Con sus muertes, comenzaba a vislumbrarse una serie de desigualdades que no sólo la conmemoran una fecha trágica, si no que representan un ejemplo en una lucha que hoy sigue vigente, y se extiende tanto en el tiempo como en la impronta de esas mártires. Fechas como estas nos hacen pensar en mujeres contemporáneas que hicieron y hacen historia aún hoy.

Por citar a una notable, aparece Dora Barrancos: 79 años, historiadora, socióloga, escritora, investigadora, feminista, militante, parte del directorio del CONICET hasta 2019 y asesora presidencial en la actualidad. Su obra amerita más que una enumeración. No obstante, al prender la TV el domingo 8 de marzo, lo primero que se vislumbra es un nuevo femicidio: el de Fátima Acevedo. Ahí es cuando cualquier intento de ponderar este día de una manera “positiva” en los tiempos que corren, se ve empañado por una muerte más, que nos obliga a invitar a la reflexión a los lectores, sobre los cientos y miles de asesinatos a mujeres que ocurren en nuestro país.
Fátima, de 25 años, denunció seis veces en el Juzgado de familia Nº1 de Paraná a su ex pareja Jorge Martínez, tras haber sido amenazada por él, primero con un cuchillo y luego con tirarle ácido muriático.

Tres semanas después de la última denuncia que efectuó debido la violación de la orden de restricción por parte de su ex pareja, Fátima fue encontrada asesinada en un pozo de 18 metros de profundidad, con signos de estrangulación. Días antes, ella le había contado a su amiga que “en cualquier momento iba a aparecer muerta”, debido a que el poder judicial no hacía nada para solucionar su problema.
En Argentina, según el CEPA (Centro de Economía Política Argentina) una mujer es asesinada cada 27 horas. El 57% de los asesinatos son cometidos por sus parejas, y el 23% por sus ex parejas.

Podríamos enumerar los cientos de casos que ocurren en nuestro país cada mes, pero preferimos preguntarnos: ¿Alcanza sólo con hacer visible este flagelo? ¿Las políticas de estado son suficientes? ¿Se obtienen resultados positivos en el intento de educar en cuestiones de género al ciudadano común, y a los funcionarios que son los responsables de mantenernos a salvo? ¿Cuánto nos falta como sociedad para aprender a generar conciencia, y apuntar a la raíz de este conflicto?

Hoy en día, aunque sean otros tiempos, la lucha es la misma, y por supuesto, también se van sumando otras demandas De modo que es preciso, cuestionarnos e interpelarnos, a los efectos de lograr una deconstrucción como individuos.

Partiendo de esta premisa, podríamos dar un primer gran paso para dar con una reconstrucción de la sociedad: una donde las mujeres por fin logremos llegar al lugar por el cual venimos luchando desde hace siglos. Una en la que los partícipes de dicha deconstrucción no sean sólo hombres, porque el machismo nos atraviesa a todxs, y por eso, LA LUCHA ES CON TODXS.

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