Aborto legal, seguro y gratuito

Hoy se trata en el Senado de la Nación el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo para mujeres y cuerpos gestantes. Los sondeos sobre la votación están muy cerrados y todo aparenta mostrar un final voto a voto en el que está en juego un tema trascendental de salud pública para nuestro país. 

Después de muchos años de debate, de lucha y de poner el cuerpo, finalmente en el año 2018 el proyecto para que en Argentina tengamos aborto legal, seguro y gratuito llegó al parlamento. En un debate caliente, donde las voluntades se dividieron sin distinción de partidos y frentes electorales, en la cámara de Diputados se dio la media sanción con 129 votos a favor, 125 en contra y una abstención.

Sin entrar en un recorrido histórico demasiado extenso, podemos decir, a grosso modo, que la irrupción masiva de las mujeres como colectivo en materia de ganar las calles, en los últimos tiempos afloró en 2015 con la primera marcha de "Ni una menos". A partir de ese punto de inflexión, ya es moneda corriente que cada movilización sea multitudinaria y que los reclamos por el cumplimiento efectivo de derechos se den todos los días con un grado de visibilidad que en otros tiempos no ocurría. Eso generó varias conquistas recientes, entre ellas, la creación del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad a nivel nacional y en algunas provincias el año pasado con el cambio de gestión. No obstante, estamos muy lejos aun de emparejar las cosas aun.

El "triunfo" en diputados abrió la puerta para la votación en el Senado que, vox pópuli, se conocían las dificultades. Y así fue, que con 38 votos en contra el proyecto fue rechazado por sobre los 31 parlamentarios que votaron a favor. El debate quedó abierto, tal es así que el año pasado fue promesa de campaña del hoy entonces Presidente de la República, Alberto Fernández, quien envió un nuevo proyecto semanas atrás.

El escenario el día de hoy es distinto. El proyecto pasó Diputados sin mayores sobresaltos, y vuelve a entrar en jaque el Senado a la hora de la discusión. En los sondeos previos, la votación está muy ajustado, incluso a estas horas se habla de un empate, más allá de que hasta que no vote el último senador o senadora, no sabremos a ciencia cierta qué sucederá -incluso se habla de un posible desempate en manos de la Vicepresidenta de la Nación, Cristina Kirchner-. Sin embargo, la situación no es clara: de por sí, el proyecto tiene el impulso del poder ejecutivo, pero el principal operador de la negativa es el propio jefe de bancada del Frente de Todos. Y aquí, volvemos a las cuestiones de las creencias, de las tradiciones en las provincias, del peso de la iglesia católica y por qué no, de la iglesia evangélica y algunos otros ítems de status y pertenencia a sectores muy marcados de nuestra sociedad.

De todos modos, lo cierto es que las calles estarán divididas: sobre Hipólito Yrigoyen, "lxs celestes"; lxs "pro vida", aquellxs que se manifiestan en contra del aborto mientras que, sobre Rivadavia, el sector verde que va por el sí, que va por la conquista de un nuevo derecho. 

Aborto sí, aborto no. Hay quienes están en contra y quienes están a favor. Más allá de opiniones, de apreciaciones y subjetividades, los abortos en Argentina son un hecho. El tema de fondo, que por eso es materia de salud pública, es quiénes tienen acceso. Quiénes, y en qué condiciones.