domingo, 28 de febrero de 2021

¿Cambiamos los hábitos?

 INTERÉS GENERAL

¿Cambiamos los hábitos?

Por Claudio Ibarra

La pandemia aún no ha terminado, pero hay algunas cosas que ya conocemos, que ya manejamos. Entre esas, aprendimos a cuidarnos un poco mejor. En esa vorágine de aprender nuevas rutinas, adoptar nuevos comportamientos y seguir nuevas normas, hay cosas que parecieran haber llegado para quedarse, como así también hay otras que ¡cómo se extrañan!

Aquí haremos un breve repaso de aquellos aspectos de la vida cotidiana que, si bien parecen obvios a esta altura del campeonato, ya son parte de la “nueva normalidad”.

 

Dos nuevos amigos. El alcohol y el barbijo, nos acompañan a todos lados.

1. No más contacto físico.

“Hola amiga, ¿cómo estás?” y ya no hay más beso ni abrazo. Ahora es codito, puño, quizás una palmada y acto seguido, sanitización de manos. ¿Cuánto extrañamos saludar con un beso a un amigo, a una conocida, a un familiar, a algún compañerx de trabajo?

Seguirá quedando en la espera si es que queremos continuar siendo responsables con nuestros afectos.

2. Mate individual.

Otra de las costumbres que se ha visto modificada por la llegada del Covid 19 tiene que ver con el mate. ¡El mate! Ese ritual sagrado, la ronda, el compartir, el momento. Todo eso perdura, pero ahora cada uno debe tener su mate. ¡Y nada de andar usando mates con dos o tres bombillas, que es lo mismo que nada! Misma suerte corre para los vasos: ahora debemos identificarlos, no perderlos de vista. Tampoco compartir una bebida del pico o recipiente. Por ahora, tampoco.

3. Frecuente lavado de manos y uso de alcohol en gel.

¿Quién hubiese pensado que el alcohol sería parte cotidiana de nuestros días? Durante mucho tiempo, la higiene de manos se restringía a momentos en los cuales debíamos tocar algo que no debía ser manchado, o bien antes del almuerzo o la cena (dejamos de lado a profesionales cuyas actividades el lavado frecuente es similar a la situación de todxs hoy día). Hoy día, después de un año, entendimos que es central que nuestras manos estén limpias, que el uso de agua y jabón es contundente a la hora de ponerle un freno al Covid y que, en caso de no tener esa posibilidad, es imperativo utilizar alcohol en gel para mantenernos limpios.

4. Uso de tapabocas o barbijo.

Las postales en las calles del mundo han cambiado; las fotos, lo mismo. Ya todo el mundo lleva puesto su tapaboca, su barbijo y, en caso de no llevarlos, ya hay mucha gente que reprende esas actitudes para que el cuidado sea colectivo. Los primeros momentos, que fueron complicados hasta la adaptación, ya han pasado. Ya se adoptó la costumbre. Y necesitamos que así siga siendo, hasta que podamos estar inmunizados contra el Covid.

5. Adiós a las fiestas multitudinarias.

Más allá de algunos deslices y de que en algunos lugares se hayan tomado algunas licencias, las fiestas y eventos masivos son parte del pasado pre-Covid. Extrañamos horrores las fiestas, los recitales, las reuniones con amigos, cumpleaños plagados de gente, tertulias familiares. Ahora, cada reunión con un puñado de gente, se realiza al aire libre. A pesar del frío o del calor, la consigna no varía: al aire libre y con distancia social de metro y medio.

Podríamos seguir enumerando costumbres: la utilización del codo para estornudar, la forma de viajar en transporte público, la pérdida del hábito del deporte colectivo (aunque de a poco se esté recuperando), tomarnos la temperatura de manera constante, estar atentos a los síntomas similares al COVID.

Y vos, ¿qué hábitos cambiaste?

 

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