OPINION
La deserción en la educación pública
Por Cristian Iturra
El Gobierno de la Ciudad lanzó el programa
de reapertura de actividades. Será por etapas y a partir del 27 de julio
comienzan a regir nuevas medidas. El Tambor te invita a conocer los detalles
Podríamos determinar que el clasismo es una
forma de prejuicio basado en la consideración de un sector de la sociedad como
inferior. Pero... ¿Es esta categorización una cuestión de representatividad en
cuanto a lo simbólico, tiene connotaciones étnicas o, es netamente una cuestión
de elite económica?
Bueno, con alguna contribución de Google,
dos sociólogos y tres filósofos, podríamos pasar varias horas debatiendo sobre
una definición que encierre al término. Sin embargo, hay algo posible en lo inmediato,
y es que todas estas perspectivas se pueden implementar en las expresiones de
la ministra de educación del gobierno porteño, Soledad Acuña. Sí, puede que en
el fragor de la coyuntura haya quedado atrás. Pero desde El Tambor, nos parece
pertinente recuperar los dichos.
Las polémicas declaraciones a las que
hacemos referencia, son en las que se pronunció acerca de la deserción en el
plano de la pandemia. Allí, la Ministra de Educación de Juntos por el Cambio
consider que la deserción se dio debido a que “los chicos están perdidos en los
pasillos de las villas”, “cayeron en las redes del narcotráfico” y que “ya es
muy tarde para salir a buscarlos”. ¿Alimentan los prejuicios de clase,
asociando el abandono escolar y la pobreza con el delito? Posiblemente.
Sin embargo, no solo la preocupación se
concentra alrededor de la postura de resignación de quien se supone que está a
cargo de mejorar los números entorno a la educación, sino algunos datos
concretos.
Un relevamiento realizado por legisladores
y auditores de la ciudad, revela que en el boletín oficial se han dado de baja
una serie de licitaciones correspondientes a obras nuevas, ampliaciones y
refacciones por un monto de 528 millones de pesos.
Ante
el voluptuoso recorte, el bloque de legisladores del Frente de Todos solicitó
respuestas sobre la pérdida total del 10% en el presupuesto educativo, y si
bien el gobierno de Larreta justificó la tala adjudicándosela a la pandemia,
lamentablemente es un comportamiento que se registra desde muchos años antes de
la emergencia sanitaria. Entonces, sacando a un costado las clases y
entendiendo que hay una problema de deserción escolar, ¿qué respuestas ofrece
el Gobierno de la Ciudad sino desfinanciamiento y una resignación que tiene
como desenlace el abandono de miles de alumnos a cargo de un ministerio que
solo muestra incompetencia para resolver este tipo de asuntos?
Por su parte, el gobierno nacional relanzó
el plan Progresar, una política pública que se basa en la incentivación de los
jóvenes a retomar y finalizar sus estudios con el objetivo de que logren
proyectar y cumplir sus metas y sueños. Hoy, más de 500.000 chicos y chicas de
16 y 17 años se inscribieron. Más de 500.000 jóvenes fueron recuperados y
ubicados en las aulas, fortaleciendo sus conocimientos y formándose de cara al
futuro.
A la hora de notificar inconvenientes, es
importante asumir las responsabilidades, estar a la altura y presentar
soluciones. El estado tiene la obligación de comprometerse con la realidad y
tomar acciones en busca de la mejor calidad de vida de todas y todos los
argentinos.
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