martes, 14 de noviembre de 2023

Discutir el problema de la nafta

 ACTUALIDAD

Discutir el problema de la nafta

Las útimas semanas fueron movidas en torno al debate sobre la nafta. ¿Regula el Estado o es preferible liberar el mercado y que sean las propias empresas las que pongan los precios y terminen generando situaciones inviables para los trabajadores? Discusión abierta, largas filas y malestar general. Las claves del problema.

Por Juan Facorro


Los recientes titulares estruendosos en radio, televisión, diarios y portales de noticias anunciando la falta de Nafta nos obligan a preguntarnos sobre las causas, las razones y los porqués de esa situación. Vale aclarar que el combustible es un bien fundamental en nuestras vidas, sirve para movilizar autos, colectivos, camiones que trasladan diferentes bienes de consumo, bienes intermedios, etcétera.

Teniendo en cuenta esto, vamos a intentar analizar los recientes inconvenientes en la provisión de este bien a nivel nacional y, por supuesto, en nuestro querido barrio de Montserrat.

 Siguiendo estos argumentos, una primera línea de debate podría llegar a ser comparar los precios de la nafta en la región: 



Cabe aclarar que, hay cuestiones estructurales, tales como la importación completa de Chile y Uruguay de combustible o, el caso de Venezuela, que es un país productor mundial de petróleo, que configuran un panorama complejo en la región.

 El caso de Argentina, es particular, ya que existe extracción de petróleo. Sin embargo, carecemos de infraestructura orientada a la distribución, refinamiento y comercialización en todas nuestras provincias de este bien tan escaso en nuestra región. Esta situación, nos lleva a la enorme necesidad de avanzar en la construcción de infraestructura pertinente destinada al suministro de los productos derivados del petróleo - como en este caso es la nafta-  en toda nuestra nación.

Aunque nos queda camino por recorrer, durante los últimos años hemos comenzado a avanzar en la soberanía energética. Un ejemplo interesante puede ser la reciente construcción del gasoducto Néstor Kirchner, impulsada por el gobierno Nacional en alianza con el sector privado, que representa una mejora en la distribución del gas en todo nuestro territorio, generando una reducción del déficit energético, constituyendo una interesante referencia a la hora de analizar el rol del estado y del sector privado en materia de infraestructura.

 Una de las dimensiones de análisis sobre el problema de la nafta puede ser el planteado en la revista Forbes en una nota del 31 de octubre en donde asigna una centralidad al Estado para calibrar un precio de la nafta acorde a la región. Asimismo, sostiene que se debe acordar un precio que contenga los sectores petroleros, los movimientos internacionales en relación con el barril criollo y el precio Brent, que vendría a ser un precio del mercado europeo. En definitiva, una de las principales referencias para los inversores en petróleo.

 Ahora, partiendo de los supuestos enunciados por Forbes: si el Estado deja de regular el petróleo, ¿Cuáles serían las consecuencias en la sociedad? ¿Hay lugar para pensar un modelo de desarrollo con justicia social, soberanía política e independencia económica?

 Por lo pronto, si se liberan los precios de la nafta, el costo sería probablemente similar a Uruguay o Chile, países que ni siquiera tienen petróleo. Ni imaginar las consecuencias severas en la economía. El aumento en los precios de la nafta impactaría notablemente en los costos del transporte de los bienes, abriendo más gravedad en los niveles inflacionarios, dejando al “sector privado” el manejo de un área estratégica de la economía periférica como es el petróleo, el control de Vaca muerta, YPF, etc.

 Las consecuencias podrían identificarse en nuestro querido barrio de Montserrat. Por ejemplo, la cantidad de negocios -panaderías, carnicerías, supermercados chinos- sufrirán las consecuencias de una liberalización de precios de este bien tan estratégico para el bienestar de los argentinos y argentinas.

 En base a este contexto, no queremos dejar de remarcar la importancia de un Estado activo en el campo de las políticas energéticas, petroleras, mineras, etcétera para alcanzar cimientos de estabilidad y prosperidad social tan necesarios para nuestro país. Ese objetivo debe cumplirse con inteligencia en el diseño de las políticas públicas en vez de repetir viejas recetas que tanto daño han hecho a toda la ciudadanía argentina, instalando lógicas de especulación en el mercado desencadenando desabastecimiento en las estaciones de servicio y lock out de empresas petroleras.

 

https://www.forbesargentina.com/money/cuanto-vale-litro-combustible-otros-paises-region-n43008



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