lunes, 17 de octubre de 2016

LA LEALTAD

La Lealtad


Por Alejandro Tamargo


La Lealtad es un fuego que no se apaga incluso si se encontrase en el fondo del mar.
Es un bien que no acepta ser comprado o vendido, ya que si así  lo fuese dejaría de ser Lealtad.
La Lealtad es permanecer en la tribuna mientras tu equipo está perdiendo 5 a 0 y uno no abandona el estadio esperando que termine el partido.
La Lealtad, lamentablemente, es una especie en extinción que no está al cuidado de ninguna sociedad protectora, salvo en el accionar de algún que otro ser humano.
La Lealtad significa estar en los momentos de abundancia, cuando todo camino parece allanado y uno puedo ver el horizonte con el solo levantar de la cabeza. Pero también significa estar en las épocas de estómagos vacíos en el cual cada paso hacia adelante es similar a escalar una montaña.
La Lealtad puede verse expuesta en la literatura, en el amor que le tiene el Principito a su flor, así como también en la compañía que Sancho Panza le proporciona a su querido Don Quijote.
La Lealtad no es obsecuente, si bien tiene que ser crítica, también debe ser inquebrantable a la hora de estar presente en los momentos decisivos.
La Lealtad es un Ricardo Bochini, que solo lucio otra camiseta cuando tuvo que vestir la celeste y blanca de nuestro país.
La Lealtad siempre va estar acompañada fielmente con la verdad.
La Lealtad son aquellas patas en la fuente de un 17 de octubre de 1945.
La Lealtad, es compañera.
Lealtad, siempre.

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