De la
Redacción.
Ante nuestros lectores, presentamos la edición de noviembre de nuestro querido periódico. Exposición de las notas, debate, aportes y reflexión en una tarde que nos invita a reflexionar sobre lo que pasa en nuestro barrio y la participación vecinal.
El miércoles
pasado, previo a la conmoción generalizada ante el imponente marco del G20, se
llevó adelante la presentación de la edición del mes de noviembre de “El
Tambor”.
Encabezada por su
director de contenidos, Martín Ciraolo, comenzó la exposición sobre el proceso
de armado, la selección y búsqueda de noticias, el armado, el desarrollo, la
sustentación del proyecto en el tiempo. Luego de la introducción, Ciraolo
invitó a cada uno de los miembros del equipo de trabajo cuyas notas fueron
publicadas, para que comenten y profundicen el contenido de sus escritos.
Javier García
Crocco –jefe de redacción- hizo un pantallazo general sobre la edición,
retomando conceptos de Dickens y Darwin que nuestro editorialista Andrés
Respeño desarrolló en su trabajo “¿Costumbres argentinas?”. A continuación, la
dupla Nilda Prados-Martín Zárate argumentaron, defendieron y fomentaron el
debate entre los presentes acerca de la importancia que el Mercado San
Cristóbal tiene para el barrio y cómo los vecinos de Montserrat se organizan
para hacer las compras. Inclusive se aportaron ideas para una posterior
organización de la comunidad de Montserrat, tras escuchar al director de
contenidos, quien hizo alusión sobre una investigación que realizó acerca de
los hábitos de los vecinos sobre el consumo doméstico.
Daniel Sica, nos
deleitó con un pormenorizado análisis sobre la carencia de herramientas de
nuestro sistema económico para tener una soberanía plena –o al menos tenerla-,
en una exposición que recorrió desde los créditos UVA hasta los altos niveles
de endeudamiento que está teniendo el gobierno nacional. Para cerrar, Martín
Maydana, abrió la puerta para lo que probablemente sea tema obligado para
noviembre: “La Gente”. Como se construye sentido común, como se apela a “la
gente”, a “la sociedad”, a “las masas”, para operar sobre diversas cuestiones,
entendiendo varias de ellas como, esos logros, conquistas y derechos que hemos
alcanzado como pueblo y, según estas voces, no las merecemos.
Cerrada las
intervenciones, aplausos, medallas y
besos, las puertas de “El Tambor”, continúan abiertas a todxs como desde el
primer día. Porque al barrio se lo construye y se lo defiende día a día, calle
a calle, página a página.
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