Expresiones 2019
Por Andrés Respeño.
Se acercan las elecciones, y no vamos a
esquivar el bulto. Ahí están, son las PASO, son las de octubre y quizá, las de
noviembre. Todos sabemos que las elecciones de las autoridades que nos
representan son la base fundamental de nuestra democracia. Que cuanto más
participación e interés haya por parte del pueblo (demos) en la gobernabilidad
(cracia) más fuerte será esta y así nos sentiremos mejor representados.
Es verdad que en democracia, a veces los Famas
tienen mayor representación que los Cronopios, los gordos son mejor mirados que
los flacos, los pobres son más estigmatizados que los ricos, los obreros son
más tenidos en cuenta que a las empresas, y así el ejemplo inverso en cada uno
de estos casos y etc. Lo que es cierto es que cuanto más fuerte es la
democracia o sea la participación del pueblo en la cracia, en el gobierno, más
evidenciada está esta lucha de intereses, el interés de los flacos a ser tan
tenidos en cuenta como los gordos, el interés del trabajador, el interés del
empresario, el interés por lo gratuito, el interés por lo arancelado. Y, claro,
esta puja agobia.
Es ahí cuando decimos que no estamos para perder el tiempo, y
que la política no nos interesa, y otros etcéteras. Por supuesto hay muchos interesados
en que no haya democracia fuerte evidenciadora de puja de intereses. Y ¿por
qué? Porque justamente no quieren que
sus intereses queden al descubierto. Porque hay intereses nobles que se pueden
gritar a los cuatro vientos, pero hay otros que se susurran en la mesa de un
directorio, en un té a las cinco de la tarde. Y entonces el agobio es mayor.
Para
esto hay unos personajes que se llaman políticos, que se hacen cargo de esta
puja, de la representación de aquellos que no tienen vocación, tiempo, fuerzas
para estar dando lucha todos los días en el ring de la puja de intereses. Pero,
no. Ya te dijeron que son horribles, feos, sucios y malos. Bueno, imaginemos a
los soldados combatiendo. No creemos que se vean muy lindos, muy pulcros y muy
buenos. ¿Qué son todos iguales? Ni una hormiga es igual a otra. Alguno te tiene
que gustar más que otro. Porque a diferencia de las hormigas, los hay de todos
colores.
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Están los que representan a los trabajadores, a los empresarios, a los
estudiantes, a los jóvenes, a los viejos, a las mujeres, a los varones, a los
gordos, a los flacos. Pensar que son todos iguales es tener una idea, un
prejuicio, un pensamiento aislado en nuestra cabeza que no corresponde a la
realidad, a lo palpable, a lo visible. Nos
creemos muy libres, pero todos, la mayoría de las veces, actuamos bajo los
efectos de pre-juicios o un pre-conceptos. Es una especie de sedimento de
opiniones que se nos fue pegando a lo largo de la vida sin que nos diéramos
cuenta y forma una venda detrás de nuestros ojos que no nos permite ver quizá lo
mismo pero con nuevos ojos.
Solo que, hay momentos, pocos, este es uno de
ellos, en los que uno puede realizar una depuración y arribar a lo que realmente
piensa. Y así discernir si lo que se
piensa viene de la realidad o viene de dentro de nuestra cabeza. Separar lo que
se fue adhiriendo de lo que realmente vemos, y de esa manera poder expresar genuinamente lo que sentimos, queremos
y deseamos. Así, el voto, esta vez, será una expresión y no simplemente colocar
tal o cual papel dentro de la urna.
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