jueves, 19 de diciembre de 2019

Papá, ¿qué es un tranvía?


Papá, ¿qué es un tranvía?
Por Alejandro Tamargo

Todo empezó cuando paseábamos por nuestra hermosa Montserrat junto con mi hijo Juan, al cruzarnos con unas vías que sobresalían del asfalto. Él frenó su paso abruptamente y lanzó, casi sin respirar, la siguiente pregunta ¿Papá qué hace esto acá, si por este lugar no pasa ningún tren? a lo cual yo le contesté, que tenía razón, que ningún tren pasaba por estos lugares, pero que, hace mucho tiempo, sí lo hacía el tranvía. El me miro más confundido todavía: ¿Papá, qué es un tranvía?

Esa pregunta fue el disparador de este artículo ya que yo tampoco puedo decir que soy un experto en el tema debido a que yo nací en la década del  80 y nunca vi un tranvía funcionando, aunque si lo tengo muy presente en mi memoria por una cuestión muy particular vinculada a una canción que mi viejo me cantaba para tratar de que yo durmiera cuando era niño. La canción decía algo así "Este lindo nene que nació de día, papito lo lleva a pasear en tranvía, este lindo nene que nació de noche papito lo lleva a pasear en coche". Imagínense, después de escuchar ese tema solo un par de veces uno se dormía tres días seguidos.

Me quedé pensado que las vías muertas del tranvía que abundan por toda la Ciudad  nos conducen solo hacia una dirección: el pasado.

Y en un intento por retenerlo, descubrí que el primer tranvía porteño circuló en 1863 y que no era eléctrico sino tirado por caballos, siendo en este caso sólo una prolongación del "Ferrocarril del Norte", que iba desde la Plaza de Mayo a Retiro, es decir, el primer tranvía pasaba por nuestro barrio. Idénticos pasos siguió el que instaló el "Ferrocarril del Sud" que tenía similares intenciones a su hermano del Norte, es decir, acercar a sus pasajeros desde su terminal al centro de la Ciudad, en este caso en particular desde su estación de la Plaza Constitución a lo largo de la calle Lima.

Poco años después, en 1870, empiezan a aparecer pequeñas líneas urbanas de pasajeros, siendo esto muy revolucionario en aquella época, así surge el  "Tramway Central" de los Hnos. Julio y Federico Lacroze, y el "Tramway 11 de Setiembre" o de la "Calle Cuyo" de los Hnos. Agustín, Teófilo y Nicanor Méndez y lo hicieron el mismo día: "27 de febrero", domingo de Carnaval. Estos realizaban recorridos que unían la Plaza de Mayo con la del Once de Septiembre.

En el año 1897 la empresa "Tranvía Eléctrico de Buenos Ayres"  inaugura el primer tranvía eléctrico en nuestra Ciudad con un primer tramo de ensayo y demostración, por la actual  Avenida Las Heras, entre Canning (hoy Scalabrini Ortíz)  y Plaza Italia, y la empresa de "Tramways La Capital", hace lo suyo con la nueva línea creada entre la Avenida San Juan y Entre Ríos, como así ocurre ese mismo año en el barrio de Flores.
A partir de este momento todo fue crecimiento y evolución, llegando a contar con casi 900 km de vías en la Ciudad de Buenos Aires, siendo el único responsable en gran parte de nuestra historia de acortar distancia para todos sus usuarios urbanos.



La desaparición del tranvía en Buenos Aires fue abrupta, dejaron de funcionar el 19 de febrero de 1963, siendo la línea 38 la última en cerrar. La última ciudad de la Argentina en la que circularon tranvías fue La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires. El viaje final fue cumplido el 25 de diciembre de 1966. El motivo de su desaparición fue el avance tecnológico de los otros medios de transportes como ser el auto y sobre todo el colectivo. Ningún medio de transporte urbano ha durado lo que duraron los tranvías, viendo nacer a los autos, al subte, a los colectivos y al taxi.
Fuera de servicios, mucho de estos tranvías fueron utilizados como dispensarios, casa hogares, iglesias, escuelas y hasta han servido de decoración de algún que otro bar de nuestra Ciudad.
Hoy en día existe una  Asociación  denominada "Amigos del Tranvía" que, desde el año 1980, opera el "Tramway Histórico de Buenos Aires" un auténtico museo rodante en el cual se puede disfrutar de un paseo pintoresco, pero que lamentablemente no pasa por nuestro barrio, sino por el de Caballito.

Evidentemente luego de esta nota la palabra tranvía dejo de ser para Juan una pregunta. Y para mí, ya no es solo la palabra de una  canción que me cantaba mi viejo para hacerme dormir.

fuentes:


 

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