REFLEXIONES DE CUARENTENA
Se necesita personal
Por Victor González
Desde que se declaró la
cuarentena en todo el territorio nacional, sectores económicos y algunos medios de comunicación manifiestan
y presionan para que la economía, no se vea afectada.
Llama la atención que
dos o tres años atrás, cuando cerraban pymes día a día y las fábricas dejaban
de producir por no poder pagar las tarifas de luz y gas, no parecían estar
preocupados por la producción paralizada, muchos menos por el desempleo, ni por
la gente que quedaba en la calle.
Ahora, algunos medios,
voceros de estos sectores, que lo único
que producen es pobreza, dicen que nos enamoramos de la cuarentena y nos proponen, palabras más
palabras menos, morir todos juntos y de una vez, evidencian una defensa de
intereses económicos que solo atienden las necesidades del mercado.
Las personas, en
cambio, tenemos otras necesidades. Por ejemplo: desearíamos ser felices, gozar
de buena salud, amar a alguien tal vez. Necesidades que “El Mercado” sólo tomaría
en consideración si se pudieran contabilizar y comercializar.
Hoy atravesamos días
muy dolorosos, víctimas del mal que aqueja a casi toda la humanidad, y los
mismos inescrupulosos de siempre, no están dispuestos a una tregua, a
diferencia de las mayorías que están dando grandes muestras de solidaridad. Ellos
siguen proponiendo divisiones. Lo hacen a través de unos comunicadores que son mandados
a distorsionar cualquier información. Insisten en que sólo una parte de la
población debe sacrificarse para que unos privilegiados puedan no solo
conservar lo mucho que ya tomaron. Ellos quieren que
salgamos a la calle en medio de una pandemia, que usemos el transporte público
y aceleremos el contagio, proponiendo la llamada “teoria del rebaño”, sabiendo
que muchos morirían, con el único fin de proteger la economía de mercado.
Hoy, más que nunca nos
tienen de rehenes, frente a sus pantallas y titulares de diarios, nos dicen que
la gente está cansada, que el aislamiento prolongado nos perjudica, que ya hay
casos muy graves, que la gente pasa necesidades. Es verdad. Muchos estamos entendiendo
la necesidad de un Ministerio de Salud,
de la necesidad de un Estado presente, que pueda priorizar la vida y no
las leyes del mercado.
Al parecer, tanto los
comunicadores como sus mandantes, estarían preocupados por no encontrar
personal que les limpie el baño. Pero, en realidad, la preocupación viene de no
saber cuánto durará el tiempo de este Estado presente. Tiempo que dependerá de
nosotros.