INTERÉS GENERAL
PRIMERA PARTE
¿Escuelas abiertas o cerradas?
En los últimos días, se ha instalado más fuerte que nunca, si la presencialidad en las clases en la Ciudad de Buenos Aires son esenciales, indispensables, o no. Escuchamos y leemos voces de madres, padres, familiares de niños y niñas pero, ¿que piensan quienes están al frente de las aulas? Hagamos un repaso
Desde que el presidente de la
Nación, Alberto Fernández, anunció días atrás la suspensión de las clases
presenciales en el AMBA, el Jefe de Gobierno de la Ciudad recurrió a la
justicia para poder frenar esa medida que fue planteada mediante un decreto que
tiene fuerza de ley. Pero aquí no vamos a detenernos en sí el anuncio de
Horacio Rodríguez Larreta va en clave electoral o no; nos vamos a detener en el
hecho de que los principales medios de comunicación le han dedicado cientos de
minutos y páginas a que desfilen opiniones de especialistas en educación,
padres, madres, familiares de niños y niñas en edad de escuela primaria -en su
mayoría de escuelas privadas. Pero nos están faltando las voces de quienes en
el reparto también son protagonistas: los y las docentes.
Pero más allá de esta situación,
pareciera que el debate está cercenado por quien lo plantee o la potencia que
tenga para comunicarlo. La intencionalidad también se mide: afirmar que no va a
haber clases porque no haya presencialidad, es menospreciar a quienes preparan,
planifican y diagraman clases en modalidad virtual, como así también a los
trabajadores nodocentes. De todas maneras, y más allá de que se corra el eje
porque si hay algo en lo que todos y todas estamos de acuerdo es en que
queremos que las escuelas estén llenas de pibes, aquí la discusión es sobre la
pandemia, sobre la circulación, los contagios, la falta de camas en hospitales
y el colapso del sistema sanitario.
Sin embargo, volviendo al
tratamiento de los medios hegemónicos de comunicación, también genera
dificultad poder analizar con todos los elementos: la mayoría de los niños y
niñas aparecen vestidos con sus uniformes de escuelas de educación privada. Es
altamente probable, que la gran mayoría de quienes tienen la posibilidad de
pagar una cuota mensual es posible que tengan medios para acceder a
dispositivos electrónicos y tener clases virtuales. Pero sabemos que, en el sur
de la ciudad y en algunos sectores donde la situación socioeconómica es más
compleja, no necesariamente están esos medios. Y ahí otro punto de la
discusión: ¿cómo damos respuesta a esos sectores? El Programa Conectar Igualdad
ya no funciona más, y si bien el gobierno nacional lanzó los “puntos digitales”
-espacios con computadoras y conectividad para barrios vulnerables-, el
Progresar, como programa de estímulo para finalizar estudios de educación
obligatoria, no alcanza. No es suficiente por el marco general.
Ahora bien, en simultáneo, el
mismo día que el Jefe de Gobierno porteño anunciaba que la educación era su
prioridad y sostenía la presencialidad en las clases, suspendían seis obras en
escuelas y jardines del sur de la ciudad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario