EDITORIAL
Cuestión de agendas
Por Martín Ciraolo
El clima primaveral – o casi veraniego- de estos días que estamos cursando, dan ganas de sacar la silla a la vereda o, si tenemos una parrilla, hacer un fueguito para estar al aire libro. O quizás, cuando estés leyendo esto, haya vuelto a cambiar la temperatura. Otra vez a sacar la campera o algún abrigo y, si recibiste El Tambor en mano en alguna esquina quizás también, lo hayas agarrado y seguido viaje porque hay mucho viento y no está para parar en ningún lado.
“No niego el cambio climático. Lo
que yo digo es que existe en la historia de la Tierra un ciclo de temperaturas.
Es decir, hay un comportamiento cíclico y este es el quinto punto del ciclo. La
diferencia con los cuatro anteriores es que antes no estaba el ser humano y ahora
sí está el ser humano. Por lo tanto, todas esas políticas que culpan al
ser humano del cambio climático son falsas y lo único que buscan es recaudar
fondos para financiar vagos socialistas que escriben papers de cuarta” dijo
Javier Milei, candidato presidencial por La Libertad Avanza en el segundo
debate en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Ya no
parece, es efectivo el negacionismo no solo en otras materias sino el eje
ambiental, en la casa que nos contiene a todas y a todos. Sin embargo, ese no
es el quid de la cuestión. Esta vez me fui por las ramas mucho antes.
Quería escribir sobre las
agendas. Claro, agendas en
plural, porque son varias. El Tambor nunca fue neutral. Tratamos de ser lo más
objetivos posibles en un mundo cada vez más efímero y despersonalizado.
Seguimos apostando a una publicación en papel en el momento en el que estemos
viviendo quizás la transición a la extinción de este tipo de formato. Igual…
tantas veces han querido borrar cosas que, a pesar del paso del tiempo y los
avances han perdurado. Pero usted lo puede ver con sus propios ojos cuando pasa
frente a los tradicionales puestos de diarios. Se reinventan constantemente,
obligados, en un mundo que lleva la tendencia a los portales digitales porque,
nadie va a negar que los principales medios de comunicación hegemónicos siguen
teniendo el mismo nivel de incidencia que siempre -aunque a veces más y otras
menos, según el eje en cuestión.
Pero si de agendas se trata, para El Tambor,
en agenda esta el cambio climático, la lucha de las mujeres por la conquista de
sus derechos, los trabajadores, la educación, el humanismo, los tópicos que
hacen a vivir en una ciudad más justa, más equitativa, más humana. Insistimos
con la creación de la línea F de subterráneo no solo porque nos afecta como
vecinos y vecinas de Montserrat, sino porque entendemos que es algo que nos va
a cambiar la vida radicalmente -más allá de que esté sancionado en una ley de
hace más de 20 años. Acompañamos a las instituciones educativas, desde los jardines
de infantes a la Facultad Ciencias Sociales de la UBA, vecina de nuestra
barrio, porque creemos que los cimientos para tener oportunidades de movilidad
social ascendente es con educación pública, gratuita y de calidad. Y con
opciones también, por supuesto. No vamos atrás de la libre competencia del
mercado y que, el que pueda pagar una cuota en un establecimiento privado que
lo haga sino que exista la posibilidad de optar, teniendo la opción estatal en
condiciones. En las condiciones que corresponda, y no con las que tenemos hoy
día.
En agenda tenemos para nuestro barrio la
salud. No tenemos Centro de Salud de Atención Primaria y, si vamos un poco más
lejos, la comuna 1 que contiene a Montserrat, tampoco tiene hospital. Ante una
emergencia hay que recurrir a los hospitales Ramos Mejía de la comuna 3 o al
Argerich, en la comuna 4. Los espacios verdes, fundamentales para una mejor
calidad de vida. Después de tanto reclamar, se logró que el gobierno de la
ciudad recogiera el guante y ponga manos a la obra en Plaza Montserrat, tras
tantos años de abandono.
Los derechos humanos de hoy y de siempre. Oír
por ahí que se hable con tanta liviandad sobre la cantidad de desaparecidos o
los hechos ocurridos durante la última dictadura cívico-militar, honestamente,
da vergüenza. Se puede chequear en Virrey Cevallos 560, hoy Espacio para la
Memoria, donde se pueden realizar visitas guiadas. Lo recomendamos firmemente.
En síntesis, El Tambor continúa tratando de
difundir una mirada distinta a lo que se comparte o se pretende informar desde
los medios convencionales. Quizás nuestra agenda no sea la que más venda, la
que más garpe pero, si de algo estamos convencidos, es que son los temas que
nos van a llevar a vivir un poco mejor si es que son tenidos en cuenta. De comunicar
se trata, y nos da mucho gusto poder hacerlo. De corazón, gracias por seguir
eligiéndonos.
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