ESPECIAL ELECCIONES 2023

Las necesidades de los barrios de la Comuna 1 

de la Redacción  

El Tambor dialogó con Luciana Grossi, actual comunera por la oposición y candidata a presidir la Junta Comunal por el espacio de Unión por la Patria. Un recorrido por nuestro barrio y los demás que componen la Comuna que habitamos.

¿Crees que exista otra manera de llevar la administración de la Comuna?

Por supuesto, desde Unión por la Patria buscamos cumplir con la ley de comunas (Ley 1.777) con ello, cumplir con la posibilidad de que seamos las comuneras y comuneros electos por el voto popular en la ejecución del presupuesto. Por ello creemos que las juntas comunales junto con el Consejo Consultivo debemos tener la posibilidad de en septiembre presentar a la legislatura porteña el proyecto de presupuesto anual para el año siguiente como sucede en la legislatura para la ciudad y en el congreso a nivel nacional. 

¿Cuáles son, según tu mirada, las prioridades sobre las cuáles tendría que enfocarse la Junta Comunal y hoy no lo hace?

Para arrancar, si bien las comunas tienen a su cargo el mantenimiento de los espacios verdes y del arbolado, creo que no hay una mirada igual respecto de las necesidades de cada uno de los barrios, que cada cual tiene sus particularidades. Justamente, en el barrio de Montserrat hacen falta más espacios verdes cercanos y muchísima plantación de árboles, por ejemplo. Nosotros proponemos cumplir la regla 3-30- 300.

¿Qué es la regla 3-30-300?

Básicamente, significa que cada persona pueda ver desde su propia casa al menos 3 árboles, tener al menos un 30% de vegetación en el barrio y, por último, vivir a un máximo de 300 metros de un espacio verde o un parque público.

¿En relación a la situación habitacional?

Existen 70 edificios en desuso en la comuna que podrían ser utilizados para llevar adelante el programa que proponemos de "Vivienda Primero" para resocializar a las personas en situación de calle. Cabe destacar que, según el último censo, superan las 7 mil personas. Este programa buscaría que en estos inmuebles puedan utilizarse para la creación de viviendas, para poder otorgarlas en comodato a esta población, para luego abordar la problemática de salud mental y consumo problemático que lamentablemente sufren muchos de nuestros vecinos en calle. Hay que cambiar la lógica de especulación inmobiliaria. Muchos edificios pertenecientes al GCBA , en vez de rematarlos, el ejecutivo porteño los podría utilizar para obras importantes.

¿A qué tipo de obras te referís?

Por ejemplo, una subsede para la Comuna -actualmente funciona en el Ex Padelai en San Telmo, Centros de Salud para los barrios de San Nicolás, Constitución y Monserrat, más Centros integrales de la Mujer que funciones las 24 hs., centros de formación profesional en programación, robótica y las nuevas economías del conocimiento, jardines maternales o dar respuesta a los problemas de salud mental o consumo problemático. 

Las reformas en la Plaza Montserrat que se están efectuando ahora, vienen de una lucha de larga data, de diversos actores: vecinos, usuarios del espacio, gente que va con sus hijxs, con sus mascotas, la murga, entre otros. ¿Qué nos podés contar sobre ese tema y el proceso en el que se dio, siendo que vos formas parte de un espacio opositor en la Ciudad?

La gestión respecto de las obras que se están realizando en la plaza Montserrat es un logro de las vecinas y vecinos, entre ellos los actores sociales que la transitan en la cotidianeidad como la Murga Rotosos de Montserrat, espacios sociales, políticos, jardines, entre otros. Es el resultado de lo que debería pasar en cada espacio público de esta ciudad, que es la escucha activa por parte de las funcionarias y funcionarios que tomamos decisiones. Las comuneras por la oposición de la Comuna 1 fuimos, escuchamos y articulamos con los distintos actores que buscaban poner en valor ese espacio tan fundamental y llevamos las propuestas de todas y todos a reunión de Junta Comunal donde se votó acompañar las propuestas de las vecinas y vecinos. Así como lo venimos haciendo, buscamos que cada obra se pueda llevar adelante de esta manera porque le da participación a las vecinas y vecinos, se involucran generando arraigo, protección y cuidado de espacio que los hace a su identidad, por lo que considero que esas obras tienen una mayor legitimidad que otras obras que lleva adelante el GCBA de manera unilateral.