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¿Qué sucede en Télam?

Desde que el Presidente de la Nación tomó la decisión de cerrar la agencia de noticias Télam, sus trabajadores y trabajadoras tomaron la decisión de montar un acampe tanto en la sede de la Avenida Belgrano 347, Bolívar 531 y en la calle Defensa 372.

La agencia lleva sobre sus espaldas casi 80 años de historia: con un bagaje de fotos increíbles que de no haber sido por la agencia nunca nos hubiésemos enterado –momentos por demás icónicos- y un enrome archivo periodístico. Existen en la actualidad, 803 medios adheridos en todo el país y más de 60 mil usuarios que interactúan con la cablera; si a esto le sumamos las casi 9.000.000 de personas que visitan el sitio web de manera mensual y que, genera ingresos por 1.333 millones de pesos anuales junto a 117.420 de dólares por exportación de servicios, cada vez se vuelve más difícil contestar la pregunta de para qué se cierra.

¿Qué es lo que se busca? Complejo. Las mismas preguntas se hacen los trabajadores: 770 personas quedan en la calle; algunos y algunas (363 para se más exactos) ya fueron echados por la administración Macri lo cual se constituye en su segundo despido en menos de 6 años. ¿Será acaso el desguace del estado? ¿Será en parte destruir cualquier cosa que implique que esté bajo la administración pública? En los años 90, las privatizaciones dejaban algo de dinero –algo, ya que fueron rematadas a precio vil todas y cada una de las empresas u organismos que dependían del estado-. Desde el 4 de marzo, la totalidad de los trabajadores fueron dispensados de sus funciones. Los edificios amanecieron vallados y con presencia policial con el objetivo de impedir la entrada de los trabajadores a las instalaciones, luego de recibir por correo electrónico la noticia y sin tiempo para prepararse demasiado. En simultáneo, eliminaron la página de internet de la agencia.

Ya promediando el mes de marzo, la situación continua igual. Los trabajadores se organizan, buscan adhesiones. Construyeron el sitio web somostelam.com.ar en donde continúan informando. Esto se entremezcla con las últimas noticias que corrieron estas horas de despidos masivos en el Estado; el objetivo del Ministro de Economía sigue siendo la de reducir la planta un 30%. Estando más o menos de acuerdo en si el funcionamiento es bueno o no, atrás hay familias, hay historias y, también, cuentas que pagar en medio de una formidable crisis inflacionaria y con ingresos congelados. Pensar en el anonimato, en hablar de 770 despidos, muestra a las claras los niveles de insensibilidad que se manejan hoy día. Desde El Tambor, enviamos nuestro más sincero apoyo a todos los trabajadores, trabajadoras y sus familias; reivindicamos su trabajo, la historia y, por sobre todo, el valor que tienen cada una de las personas que construyen una agencia con el porte que tiene Télam.