Elecciones en la Ciudad
2017
“La
única boleta opositora es la de Unidad Porteña”
Por Santiago Ciraolo
Mariano Recalde tiene 45
años y fue candidato a Jefe de Gobierno por el Frente para la Victoria en 2015.
Se recibió de abogado en la Universidad de Buenos Aires y es docente en la
misma institución. Fue director de Aerolíneas Argentinas por casi un lustro. Actualmente,
encabeza la lista para legisladores en la Ciudad de Buenos Aires por Unidad
Porteña, el frente que, en las elecciones primarias, se constituyó como segunda
fuerza en la capital nacional.
¿Qué te llevó al mundo
de la política?
Siempre
entendí por política una forma de hacer justicia, que es lo que a mí me mueve.
El enojo, la indignación, la incomodidad frente a la injusticia. Mi ideal de
justicia es que cada uno tenga una base mínima para poder subsistir y a partir
de un piso de igualdad tener las mismas oportunidades que el resto para
desarrollarse en la vida.
¿Cómo distribuís el
tiempo de la política y de la vida personal?
Como
puedo, no tengo una rutina. Hay días que estoy abocado todo el día a mi
trabajo. Otros, a la militancia política; otros, los combino con la docencia. Y
hay veces que es al revés.
¿Cuál considerás que es
el primordial problema de la Ciudad hoy?
La
desigualdad. Se traduce en un montón de carencias que tiene la ciudad más rica
del país, la que cuenta con más presupuesto y con más producto bruto interno
por habitante. Buenos Aires está llena de carencias: faltan vacantes en las
escuelas, faltan escuelas, hospitales, insumos, personal, trabajo, seguridad, subtes.
Faltan muchísimas cosas.
¿Creés que el Gobierno
de la Ciudad hace algo para paliar esas carencias?
No.
Este gobierno profundiza la desigualdad. No creo que hagan todo mal. Pueden
tener algunas obras o acciones que podrían estar buenas pero, en términos
generales, las prioridades de este gobierno pasan por profundizar esa
desigualdad.
¿Quiénes tendrían que
votar a Unidad Porteña?
Creo
que todos los que estén sensibilizados, al igual que nosotros, frente a las
políticas de tarifazos, de falta de vacantes, de aumento de los peajes, del
subte, etc-; los que se opongan a concebir todo de una manera mercantilista y
no social; aquellos que se angustian igual que nosotros porque no aparece Santiago
Maldonado y que nos indignamos porque cuando se va a pedir por su aparición la
policía de la Ciudad en vez de cuidar y acompañar, se dedica a pegarle a la
gente, a los periodistas; los que no podemos creer que aumente la mortalidad
infantil en esta Ciudad al nivel más alto del país. Son ellos los que tienen
que votar a una fuerza opositora que pueda enfrentar a esas políticas. Una que
le pueda poner un límite a un gobierno que pretende avanzar con mucha
vehemencia y profundidad. Porque si no se los frena, los cambios que vengan
después de octubre van a ser muy duros. Este es un gobierno que ha concentrado
mucho poder, y la única boleta opositora es la de Unidad Porteña. Los otros son
votos que se diluyen, se desperdician y hasta favorecen al gobierno.
¿Pensás que en algún
momento puede ganar una alternativa peronista en la Ciudad?
Si
vos me preguntas si se puede construir una fuerza política popular,
progresista, democrática, que defienda lo público, que entienda que el Estado
debe regular al mercado y no que el mercado deba ser el que decida todo, como
viene pensando el gobierno que hoy nos toca, sí se puede, valga la expresión. Una
fuerza de esas características es lo que justamente estamos construyendo, una
fuerza mucho más amplia que el peronismo y la división peronismo-antiperonismo.
Hoy la división es entre un gobierno que ajusta y un pueblo que sufre ese
ajuste. Nosotros tratamos de representar a ese pueblo.
¿Cómo se lograría esa
amplitud? ¿Cómo se interpela a sectores que quizás no ven más allá de tu
apellido?
Es
muy difícil, pero creo que el camino es hablando de los problemas que tiene la
gente y mostrando las contradicciones entre los intereses que representa este
gobierno y los de la realidad que viven los vecinos. Si logramos hablar de eso,
creo que podemos construir una mayoría para después derribar los prejuicios que
existen, y que son articulados desde los medios de comunicación. Creo que esto
se puede dar cuando nos conozcan directamente y no a partir de los medios.
¿En qué consistiría la
propuesta de Unidad Porteña entonces?
Nuestra
principal propuesta en esta elección de medio término –en la que no cambia el
gobierno- no es tanto lo que nosotros haríamos si fuéramos gobierno, sino lo
que podemos impulsar y representar en un parlamento. Nuestra propuesta
fundamentalmente es ser una fuerza opositora que no acompañe, que discuta, que
dispute cuando pretendan reformar, por ejemplo, las leyes laborales. Nuestra
propuesta es mantener esos derechos, que si tuviéramos mayoría los mejoraríamos.
Queremos representar a todos aquellos que no quieren la flexibilización
laboral, la privatización del sistema previsional, a los que no quieren que se
exima de impuestos a los ricos para que los paguen los pobres. Y tenemos por
delante una elección para que decirle al gobierno que es lo que no queremos que
hagan.
En materia de educación,
¿La reforma educativa de hacer las pasantías en quinto año puede tener un freno
en legislatura?
Claro,
con mayoría parlamentaria, sin dudas. Pero creo que el freno se lo están
poniendo los pibes con la organización, con la manifestación y con la
instalación de un tema que pasaba desapercibido y que hoy la sociedad discute,
cuestiona y pone en crisis. Más allá de que es una reforma que no se discutió y
que además es horrible, le hace mucho daño a la educación pública. Conlleva un
espíritu muy discriminador y expresa un modelo de país que no queremos: que los
pibes de la escuela pública estudien menos y se dediquen a trabajar, mientras
lo de la educación privada pueden escapar a eso.
En una entrevista que le
hice a tu padre en 2015, me manifestó que los grupos económicos más poderosos
del país estuvieron detrás del golpe militar de 1976 con el fin de establecer
un plan económico neoliberal. ¿Notás similitudes con el presente?
En
algún punto sí. Es el mismo plan económico instrumentado a través de una estafa
electoral brutal, con un bombardeo mediático que evidentemente logró captar la
mitad de la opinión pública. Sí, veo puntos de contacto. Por supuesto que 34
años de democracia no transcurrieron en vano y las instituciones y algunos
valores democráticos están mucho más firmes.
¿Qué tipo de relación tenés
con el barrio de Monserrat?
Pasé
toda mi adolescencia en este barrio porque iba al Colegio Nacional de Buenos
Aires. Así que he pasado días enteros en las escalinatas del colegio, en el
barrio. Formó parte de un momento importante de mi vida, que es cuando uno forja
su identidad. Pasé por mucho en Montserrat.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario