viernes, 14 de febrero de 2020

Vuelve el ciclo cultural de "El Tambor"

CULTURA

Vuelve el ciclo cultural de "El Tambor"

“Cultureando x Montserrat” tiene como finalidad poder acercar a la comunidad y a los vecinxs las diferentes alternativas culturales que existen en el barrio. Porque a veces, sin querer, pensar en “teatro” nos traslada mentalmente a la avenida Corrientes y a las grandes carteleras. Pero, ¿a caso no hay opciones en nuestro barrio? ¡Claro que las hay! Y “El Tambor” nos pone sobre la mesa parte de esa oferta.

El primer encuentro 2020 será en “El Ghueto” (Venezuela 1559) para presenciar la obra “El Gran Deschave” que cuenta con las actuaciones de Brenda Peluffo y Daniel Loísi y la dirección de Eduardo Pavlic. La capacidad es limitada,y el precio de la entrada es de $100. Solo se adquiere con
reserva previa. Escribinos a eltambordemontserrat@gmail.com .

¡No te quedes afuera!


“Los Rotosos”, protagonistas del carnaval 2020

MIRADAS

“Los Rotosos”, protagonistas del carnaval 2020
Por Mabel Fernández

Foto Aftermath fotografía

Como todos los años y desde 2008 “Los Rotosos de Montserrat” desfilan en la plaza de San José y México, en nuestro pequeño y singular espacio, haciendo honor a las raíces de nuestro barrio: el candombe, con su movimiento al ritmo de la música de la comparsa, los rotosos van vestidos
con colores intensos, rojo, amarillo, azul, verde, negro ¡y todo ese glamour especial que tienen los carnavales! Las galeras, los sombreros, los paraguas con flecos que recuerdan a medusas...¡Espectacular, señores! ¡Qué despliegue creativo!

Percusión con tambores y platillos que marcan un ritmo intenso y transformador. Nadie puede quedar al margen de esa música que como una ola nos envuelve en la cadencia de su sonido armonioso y potente a la vez! 

Este año se incluyó también una feria de comidas, lo cual nos permite ingerir algo al paso mientras vemos desfilar a la comparsa. Empanadas, sándwiches de chorizo y otras comidas rápidas, complementan la puesta en escena que, como ya les contamos el año pasado en “El Tambor”, les
lleva todo el año de trabajo, con talleres inclusivos y ayudando a la comunidad.

Pero lo que debería ser un artículo en que hablemos del carnaval como evento festivo porteño, se tiñe de gris. La mañana del sábado 8 de febrero, pasadas las 7 de la mañana, se incendió el local de la murga ubicado en México 1718. Hubo tres personas trasladadas al hospital Ramos Mejía que, afortundamente no sufrieron lesiones graves. Gente del barrio, vecinos, allegados, agrupaciones
murgueras, muy rápidamente manifestaron su solidaridad y comenzaron a colaborar con las tareas de refacción. 

Hoy día, “Los Rotosos” precisan principalmente materiales de construcción, sin embargo, cualquier colaboración será bien recibida en las puertas de la calle México. ¡Fuerza “Rotosos”!

¡El Tambor también está con ustedes!

Foto: Facebook Los Rotosos

¿Cumplen los supermercados con los “Precios Cuidados”?

CAMINANDO EL BARRIO

¿Cumplen los supermercados con los “Precios Cuidados”?
Por Victoria Ballesteros Torres

Equipo de investigación: Alessandro Ripa, Marcos Ibañez, Carlos Blanco, Silvia Cingolani, Isabel Meraud, Mabel Fernandez, Alberto Martínez

El Programa “Precios Cuidados” se relanzó días atrás con 300 nuevos productos. El equipo de “El
Tambor” salió a recorrer los supermercados de las grandes cadenas que están en el barrio para verificar qué nivel de cumplimiento hay respecto al acuerdo entre empresarios y el Gobierno Nacional.


El programa Precios Cuidados fué una política lanzada por el Gobierno Nacional en 2014 cuyos objetivos, entre otras cosas, fueron ponerle un freno a la suba desmedida de los precios, como así también brindarle una herramienta clave a los consumidores: precios de referencia. El acuerdo
general primero comenzó por las grandes cadenas de supermercados en las grandes ciudades para ir de a poco, extendiéndose por todo el país.

Con el cambio de gobierno a finales de 2015, la política se sostuvo, con la salvedad que muchos productos de primeras marcas que formaban parte del listado, dejaron de aparecer. Sin embargo, a principios de 2020, la Secretaría de Comercio volvió a modificar el programa: en la actualidad
cuenta con más de 300 productos; 70 se mantienen de la gestión anterior y se incorporaron 240 nuevos, retornando marcas como Coca Cola, yerba Playadito, Taragüi, sal fina Celusal, jabón para lavar ropa Ace y Ala, pañales Pampers, Huggies, pastas Matarazzo, entre otras tantas.

El equipo de redacción de “El Tambor” decidió salir a los supermercados del barrio para llevar adelante un relevamiento para verificar el nivel de cumplimiento del acuerdo entre los empresarios y el Gobierno Nacional. Teléfono en mano, aplicación descargada y todxs listxs para salir a relevar
cuatro cadenas que están dentro de los límites del barrio (o en el radar): Día, Carrefour, Coto y Disco.

En primera instancia, recorrimos sucursales de Día % (Moreno 1744 y Entre Ríos 735). De nuestras visitas, arribamos a la conclusión de que es el supermercado que menos respeta el programa pese a que de nuestra selección, sabemos que en términos generales tiene precios más económicos.
No obstante, el faltante de stock en góndolas se repitió en ambos lugares y los productos disponibles no estaban correctamente señalizados. Además, en el rubro de la carne, no respetaban los precios de la lista del programa, figurando precios más caros de los que deberían tener. En términos generales, también observamos que no estaban al alcance de la mano del consumidor.

Por el contrario, en la sucursal Coto de la calle B. Mitre 1558, pudimos detectar que los precios coincidían en góndolas con los que figuran en la aplicación. El único inconveniente lo encontramos respecto a la visualización de los artículos del programa, puesto que es tanta la cantidad de
señalética propia del supermercado, que “Precios Cuidados” no sobresalía en relación a los demás. Sin embargo, el nivel de cumplimiento es muy alto.

Con respecto a Carrefour (Belgrano 1562), encontramos faltantes en productos de higiene, lácteos, y en góndola de almacén, una sola marca de café. Corroboramos esta situación con la sucursal de México 1530 que también es “express” (de los comercios más pequeños) , y ocurrió algo similar, no así con la de Belgrano 1160 (Carrefour Market, más grande y mas variedad de productos). En todas las sucursales los productos estaban correctamente señalizados, pero el nivel de acatamiento es más bajo en las sucursales “express” que en el “market”. Vale aclarar que esta cadena tiene una línea de productos en precios promocionales denominados “precios corajudos”que, en cuestión de Señalización y marketing, pareciera a priori, que le dan mayor relevancia.

Por último, nos dirigimos a la sucursal de Disco de la Av. Entre Ríos 361. Allí nos encontramos con algunos problemas en la visualización y el stock de productos básicos como aceite, arroz, manteca, yerba y papel higiénico. Algunos de ellos no tenían la señalización de Precios Cuidados, o directamente estaban marcas que no están dentro del programa; o bien, estaban en una posición incómoda para el consumidor o no había stock suficiente. Sin embargo, respecto a carnes y verduras, se respetaban los precios a rajatabla y se encontraban fácilmente a la vista de los clientes.

Como conclusión de este pequeño y humilde trabajo de campo realizado en Montserrat, podemos concluir que en términos generales, los productos están en góndolas. Debería respetarse más, pero también podemos observa que hay mucho trabajo por delante y efectivamente la tarea debe ser de todos: el gobierno y los empresarios, la ciudadanía. Nosotrxs como consumidores también
debemos involucrarnos en verificar y denunciar cuando el programa no se respeta. Y vos, ¿ya te descargaste la aplicación.

de Precios Cuidados a tu celular?

Montserrat a través de sus edificios: el Otto Wulff


INVESTIGACIÓN

Montserrat a través de sus edificios: el Otto Wulff
Por Yolanda Machado
  

Cuando uno va caminando por la Avenida Belgrano y llega a la intersección con la calle Perú, frente al bar “El Colonial” ve otro bar, un café Starbucks. Pocos miran un poco más arriba, pero ese café está en la base (y forma parte) de un edificio considerado de los más relevantes del barrio de Montserrat y de la Ciudad de Buenos Aires: el Otto Wulff.

Inaugurado en 1914, fue construido por encargo del empresario alemán Otto Wulff, de quien toma el nombre. Su estructura es de hormigón armado, rasgo muy moderno para aquel entonces, y cuenta también con dos cúpulas, en vez de una sola, que era lo más usual.

La obra, considerada de estilo “Jugendstil” o “Art Nouveau alemán” fue realizada por el arquitecto danés Morten F. Rönnow, quien también tuvo a su cargo varios proyectos de importancia en la ciudad, como la Iglesia Dinamarquesa ubicada en el barrio de San Telmo, y la Casa Schenström, en Barrio Parque, que funciona actualmente como residencia del embajador de Suiza en la Argentina.

“Otto Wulff quiere construir un rascacielos inspirado en el Singer Building, el más alto del mundo -de 167 metros, hoy demolido- que conoce cuando en 1909 sus amigos de Hamburgo, los hermanos Singer, lo invitan a recorrerlo a su paso por New York. Lo construye para que sea la sede de su empresa registrada O.W. El Lobo y para oficinas de alquiler”, nos explica el arquitecto Fernando Lorenzi, quien se especializa en la historia del edificio.

El Wulff fue en efecto, con doce pisos, el edificio más alto de Buenos Aires hasta la construcción del Palacio Barolo en la década de 1920. Al igual que este otro edificio, el Wulff estuvo rodeado de mitos sobre su construcción, como por ejemplo, que fue hecho con el objetivo de ser la sede de la Legación del Imperio Austrohúngaro. Sin embargo, estudios sobre la historia del edificio han demostrado que no fue así y que, de hecho, la Legación ya tenía una sede en Buenos Aires que había sido inaugurada en 1912.

No sólo impactó en la época su altura o las dos cúpulas, sino que su fachada contenía detalles que son hasta hoy intrigantes para el transeúnte o ciudadano de a pie que pasa por allí y se detiene, en medio de sus prisas cotidianas, a mirar hacia arriba.

De forma curiosa y singular, el Otto Wulff aparece como si estuviera sostenido por los hombros y espaldas de figuras humanas, llamadas atlantes. Son ocho en total y miden cinco metros cada una.

“Los esculpe Franz Metzner, integrante de la Secesión Vienesa y con una descollante obra cuyo rasgo particular es la integración de sus creaciones escultóricas en la arquitectura de edificios públicos y monumentales, donde se aprecia la expansión y protagonismo de sus esculturas hasta límites en que se funden con la expresión de la arquitectura que supuestamente ornamenta”, detalla Lorenzi y agrega que “la impronta de los telamones (atlantes) de Metzner, definidos en estilo déco para la arquitectura del Otto Wulff sorprenden por tres cosas: no las esculpe en piedra, sino que son piezas moldeadas de hormigón armado recubiertas por un revoque simil piedra parís con agregados gruesos que le dan relieve, con el cual, al definir Rönnow con él, toda la cobertura exterior del edificio, logra plasmar la imagen de una arquitectura tallada en piedra, cuando no lo es”. 

El especialista además agrega que “la construcción de estos colosos suponen en la obra de Metzner una singularidad por el empleo de otra técnica constructivo-escultórica que sólo emplea en el Otto Wulff” y que “en consonancia con la idea de Rönnow de la ilusión de edificio de piedra tallada, Metzner se adscribe a uno de los mensajes centrales del simbolismo masónico que le imprime el arquitecto danés a la obra, representando en cada uno de ellos los oficios de las cofradías de la construcción medieval, hasta el límite, una vez más, al representarse a sí mismo como Tubal Caín, el nieto de Caín, que la mitología instala como el sabio original desde el cual supuestamente emanan todas las enseñanzas y saberes secretos de los gremios de la construcción.”

Hay que señalar también que el Otto Wulff se construyó en el solar donde antes estaba la conocida casa de la “Virreina Vieja”, que había sido residencia del Virrey del Pino y su esposa y, tenía un valor histórico particular. Sin embargo, como señala el arquitecto Francisco Girelli en un trabajo recientemente publicado sobre algunos aspectos relevantes de la trayectoria de Rönnow en la Argentina, su demolición no se debió a la construcción del edificio, sino al ensanchamiento de la Avenida Belgrano que se había promulgado en 1909. La casa fue así demolida (como gran parte de construcciones de la época colonial) y reconstruida nuevamente y ésa fue la que se demolió para la construcción del edificio que hoy se yergue en dicha esquina.

Sin embargo, señala Girelli en su texto que Rönnow se dio cuenta de la importancia de esta casa desde el punto de vista no sólo histórico, sino arquitectónico (era “la última gran construcción civil del periodo colonial existente en Buenos Aires”), y llevó a cabo un relevamiento muy exhaustivo y preciso del edificio. “Seguramente no imaginaba que se trataba del primer relevamiento material de un edificio histórico realizado en el territorio argentino”, remarca el escrito.


La historia del Otto Wulff y los detalles que rodean su construcción y significación son muchos más de los que tenemos espacio de reseñar aquí. Sin embargo, el reconocimiento y la puesta en valor de lugares como este es algo central para habitar con mayor apego y pertenencia la ciudad en la que vivimos.

El café Starbucks que está en la parte baja y que se mencionó al principio de esta nota, no se instaló sin conflicto, de hecho, según nos detalló Lorenzi, “pretendían modificar las fachadas en su proyecto inicial, algo que finalmente no lograron hacer”. Fue este mismo arquitecto quien hizo que se clausurara el local “durante una obra que hacían sin permiso” cuando comenzó a instalarse.

Para Lorenzi existe, por otra parte, “un gran déficit en el estudio, divulgación y recuperación del patrimonio tangible e intangible de Buenos Aires y la Argentina: una gran carencia que hay en su inventario” y agrega que “no puede cuidarse lo que no se sabe que se tiene y no se sabe lo que se tiene porque falta mucho trabajo en relevar e inventariar nuestro patrimonio”.

En este sentido señaló que “hay muchas arquitecturas de similar y mayor valoración patrimonial que el Otto Wulff en Montserrat y en Buenos Aires, pero en orden a lo que expresé antes, supongo que algún día lo sabremos.”

Cuidarnos más

EDITORIAL

Cuidarnos más
por Martín Ciraolo

En estos tiempos en los que vivimos, generalmente tan apurados, olvidamos cuidar las cosas que tenemos cerca. El sociólogo Zygmunt Bauman, acuñó el concepto de “modernidad líquida” para definir la volatilidad, los cambios vertiginosos, de la sociedad de la que hoy somos parte.

Por estos pagos, ya no se estilan viejas y tradicionales costumbres de sillas en la vereda o pibes jugando en las calles. No digo que no exista más, sino que ya no es moneda corriente como en otras
épocas. Y no lo juzgo; me salgo por supuesto de ese viejo apotegma que, a veces falsamente instalado, remite a que “todo tiempo pasado fue mejor”.

No, es distinto. Vivimos en una sociedad distinta. Donde los hechos parecieran transcurrir a una velocidad mayor. Donde el avance de la tecnología ha modificado hábitos, donde la sobre-estimulación temprana que recibimos lleva a que mi generación (tengo 30 e ingreso dentro del grupo de los “millenials”) sea una generación de transición entre lo digital y lo analógico. Pero este no era el quid de la cuestión. Líneas atrás escribí “olvidamos cuidar las cosas que tenemos cerca”. No sé si es una cuestión de estos tiempos, de esta generación o qué. Lo cierto es que suceden cosas todos los días y, por cierto, será porque es lo que eligen difundir los grandes multimedios de comunicación sumado a las ajetreadas rutinas que nos tocan vivir, muchas veces se pierden pequeños detalles: un llamado, una pregunta,
un gesto.

A veces, parece que todo va tan rápido, que tenemos tantas cosas que hacer que no tenemos tiempo para concretarlas. Que mediante un aparatito podemos mantener simultáneamente más de 50 conversaciones mientras estamos teniendo en vivo y en directo una con otra persona de carne y hueso que, sentada o parada frente a nosotros, nos escucha o nos habla mientras nosotros permanecemos inmóviles, inmutables, petrificados, ante otra respuesta u otro mensaje de otra persona distinta que no
se encuentra físicamente en ese lugar. Y creemos que podemos hacer todo al mismo tiempo. Y no. No se puede.

- ¿Me estás escuchando? - Sí, igual bancame que estoy contestando un mensaje-. Y no, claramente no se escucha. O sí, pero no con la atención que deberíamos hacerlo. En fin, no es un juicio de valor. Sin embargo, apuntamos a indagar en ese mar de prioridades, en ese inmenso e interminable espiral en el que asiduamente quedamos atrapados y sin salida –a veces por elección y otras porque no nos queda otra y es una trampa más del sistema, de la sociedad líquida en la que vivimos-. Pero creemos
que no hay que dejar de pensarlo, de cuestionarlo o bien, de continuarlo si es que está bien. No soy juez para juzgar o determinar, no soy árbitro para mostrar una tarjeta amarilla, no soy quién para afirmar o negar que sea correcto o equivocado. Esta pequeña y humilde reflexión, concluye en que no estaría mal, cuidarnos un poco más. A fortalecer los lazos, los vínculos, las amistades, la familia; las relaciones profesionales, laborales; con el vecino de la esquina, con el carnicero o la chica del kiosco.

Cuidarnos más, estar más pendientes de lo que sucede a nuestro alrededor. A involucrarnos, a participar. A recuperar un poco más el cara a cara, el contacto directo. El abrazo, la caricia; la palabra, el oído. El corazón.

A fin de cuentas, ¿qué sería de nosotros sin los demás?

El Carnaval es un claro ejemplo del encuentro de las personas, de quererse, de cuidarse: la fiesta popular.

Caminando

Caminando
de Luciano y Martín Katz - SomoSoy

Aprendiendo vamos con la mochila y el andar
Marca el paso los latidos, nada más
Buscamos el encuentro, poderlo contemplar
Con la tierra que hace luz la oscuridad.

En una ciudad, en un pueblo, cada sol
Cada río, nos enseña, una canción
Bello impacto que nos logra despertar
Es la fuerza que te la libertad.

Sera un viaje, será un sueño
Sera lo que tenga que ser
Caminando en el presente
Desafiando la razón
Será donde terminemos tú y yo

La luna se esconde tranquila en el cerro
Las estrellas pintan las constelaciones
Otra dimensión, donde el tiempo es otro error
Con los días que perdieron sus razones.

No me engaño más, el primer mundo es acá
Sin tropiezos, sin demencias, sin dañar
Donde convivir, sin tener que dominar
Entender que solo somos uno más.

Sera un viaje, será un sueño
Sera lo que tenga que ser
Caminando en el presente
Desafiando la razón
Será donde terminemos tú y yo

SomoSoy es un duo que inició sus días musicales en las sierras de Córdoba. Mezcla de composiciones
propias y versiones de canciones que acompañaron sus fogones, tiene al frente a Lucho y
Martín Katz. Sus letras abordan el espíritu, la ecología, el amor en su esencia y la igualdad. Podés
busca info en las redes y escuchar sus canciones en YouTube.



La tapa de febrero

Llegó "El Tambor" del mes de febrero. A partir de mañana, lo encontrás por las calles o en la esquina de Belgrano y Entre Ríos.