ESPECIAL ELECCIONES 2023
Enormes dificultades para votar en Buenos Aires
Interminables filas en las principales escuelas y establecimientos de Montserrat fueron una postal constante. Hasta un dinosaurio votó en el colegio Don Bosco. Un recorrido por los resultados de los comicios presidenciales, los cargos locales en la comuna 1 y los resultados en nuestro barrio. Análisis sobre la Boleta Única Electrónica
por Juan Facorro
La aplicación de la Boleta Única Electrónica (BUE) en las elecciones para Jefe de Gobierno, legisladores y comuneros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires reveló serias deficiencias en los niveles institucionales, económicos y políticos. Desde ya que ninguna de estas deficiencias está separada una de la otra, pero el último proceso electoral hizo resquebrajar la lógica política de un sector de la coalición de Juntos por el Cambio (ordenada bajo el ala del actual Jefe de Gobierno), cuya centralidad política en el territorio de nuestra ciudad era inobjetable.
La BUE tuvo varios
problemas: errores en la impresión, aperturas tardías en las diferentes mesas
de votación, congelamiento en la pantalla que obligaba a reiniciar la máquina,
conexiones de cableados realizados sin ningún tipo de planificación en la escuela
y falta de técnicos que capaciten a los electores antes y durante el proceso
electoral en el manejo de esta herramienta. Todas estas fallas atentaron contra
el derecho al voto de los porteños y porteñas con lo cual podríamos
preguntarnos si hubo una vulneración de este mecanismo tan importante para el
funcionamiento de nuestra democracia que no ocurrió en otras provincias –Salta
y Chaco- donde se utilizó la boleta
única electrónica.
La utilización de los
sistemas electorales se debe a razones políticas destinadas a garantizar la supervivencia
de la fuerza dominante, es decir, las
pretensiones del larretismo apuntaban a separar la elección nacional de la
local en pos de garantizarse un control
político en la órbita de la legislatura
de la Ciudad de Buenos Aires. Los resultados terminan sentando un precedente
grave en el sistema democrático: anular al ciudadano/a porteño/a de la
posibilidad de votar libremente, por un mero interés de la coalición gobernante
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires acrecentando una brecha entre la clase
dirigencial y las necesidades de los trabajadores/as.
Esta especie de
“brecha” implica consecuencias severas en la situación política-social del
país, es decir, los/as líderes de la derecha argentina proponen modelos de desarrollo
orientados al beneficio de los sectores poderosos y, por consiguiente, en
perjuicio de los profesionales, trabajadores formales e informales, jóvenes,
adultos mayores, etc. No obstante, estas diferencias en el modo de votar
ocultan las coincidencias que existen entre Juntos por el cambio y la Libertad
Avanza en relación al modelo de país: basta con identificar alguna propuesta de
estos sectores para corroborar esta afirmación a pesar de estar instaladas en
el imaginario de la sociedad como bienestar general (vamos a cobrar nuestros
salarios en dólares, hay educación para todxs, etc). A su vez, hay que sumarle
la falta de efectividad en Unión por la Patria para penetrar en ese discurso
dominante, aunque en esta oportunidad haya habido un par de propuestas que
cayeron simpáticas: subte las 24 horas, terminar con el problema de las
vacantes en las escuelas e incluso cortar con los negocios inmobiliarios.
¿Hay respuesta para
terminar con estas mentiras o avasallamiento de las conquistas? La respuesta es
que sí. Resulta necesario establecer un
discurso político que marque un claro contraste con las propuestas de la
derecha y centro derecha argentina a través de la recuperación de tres
dimensiones claves para la ciudadanía: las potencia de la educación pública,
gratuita y de calidad como herramienta
de mejora de calidad de vida de los/as argentinos/as; la tradición histórica de
las políticas sanitarias argentinas y la defensa de los derechos humanos. Mientras
tanto, ya es un hecho que no se volverá a votar con BUE, habrá que ver, si
cuando tengas este periódico en mano sabremos si se unifican ambas elecciones o
corre por carriles separados. Esperamos, como siempre, que piensen en la gente.
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