lunes, 20 de marzo de 2023

Locas relaciones - Locos de Nacimiento

 MÚSICA

Locas relaciones

Locos de Nacimiento

 



Locas relaciones y formas de amar

complicas el día estigmatizándome.

Con lo que querés de mí

Con lo que esperas

Con lo que queda de mí

¿Qué es lo que queda?

 

Esta pesado el aire en la ciudad

se complica el día, estoy rostizándome

Con lo que querés de mí

 Con lo que esperas

Con lo que queda de mí

¿Que es lo que queda?

 

Un volcán muy gris, una flor de loto

dientes apretados subidos de tono.

Siempre estás ahí tan lejos de mi camino,

 ego que es adicto a ti.

Locas relaciones perversos pesados

hoy mi amor que abre el pecado.

Siempre estás ahí tan lejos de mí...

 

Seguimos peleando por celular

complicas el día paranoiqueandome

Con lo que queres de mí

Con lo que esperas

Con lo que queda de mí

¿Que es lo que queda?

 

Un volcán muy gris, una flor de loto…

 

‘’Locas relaciones’’ es una canción de la banda ‘’Locos de Nacimiento’’, quienes se van a presentar el próximo 14 de abril en Galpón B (Cochabamba 2536 - Capital Federal) a las 21hs. La preventa de las entradas tiene un valor de $1500 y es solo por este mes. Las entradas se consiguen a través del sistema Pass Line, ingresando al sitio www.passline.com/eventos/locos-de-nacimiento-aturdidos y la producción del show es 100% independiente.

 

¿Cómo se realiza el trámite de Fe de vida para quienes cobran jubilaciones y pensiones?

 INFORMACIÓN ÚTIL

¿Cómo se realiza el trámite de Fe de vida para quienes cobran jubilaciones y pensiones?

                                 Operativos de ANSES en Montserrat y Constitución. 
    


Todas aquellas personas que perciban un haber jubilatorio o una pensión por intermedio de ANSES tienen que realizar el trámite de supervivencia o fe de vida en forma presencial, según la entidad financiera por la que cobren dicha prestación.

Durante la pandemia, con el aislamiento obligatorio, se suspendió este trámite que, básicamente lo que busca es saber si la persona esta con vida y que no hay un tercero que vaya a cobrar en nombre del titular, por el solo hecho de tener una tarjeta de débito.

A partir de marzo del año pasado la fe de vida volvió a ser de carácter obligatorio. Ante estas circunstancias, la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) solicitó a los bancos que puedan facilitar el trámite: el Banco Nación y el Banco Provincia de Buenos Aires, por ejemplo, ya no tienen esto como obligatorio; el trámite se realiza de manera automática y en otras, la constatación de que las personas están vivas es a partir de datos proporcionados por el Registro Nacional de las Personas, organismo con el cual se han establecido convenios de colaboración. En otras, la modalidad es por intermedio de compras con tarjeta de débito asociada a la cuenta donde se percibe el haber; concurriendo a los cajeros automáticos y poner la huella digital; acercarse a una terminal de autoconsulta de ANSES o bien por las aplicaciones móviles de los bancos.

A continuación, el detalle de cómo opera cada entidad:

Bancos Nación, Provincia de Buenos Aires, Córdoba, La Pampa, San Juan, Santa Cruz, Santa Fe, Entre Ríos y Piano: el trámite es de manera automática.

Banco Comafi: hay que realizar una compra de manera presencial que supere los $1000 con la tarjeta de débito o poner la huella digital en los tótems de ANSES. También puede llevarse adelante cobrando la jubilación por caja en la sucursal del banco.

Banco Columbia- Supervielle- Macro: se puede efectuar desde la aplicación del banco, desde el teléfono celular o con una compra con tarjeta de débito.

Banco Galicia: el trámite hay que hacerlo cada 35 días, a partir de realizar una compra con tarjeta de débito.

Banco Santander-Credicoop: se puede hacer el trámite de manera presencial en las sucursales o bien por intermedio de la aplicación desde el celular; a su vez, la compra con la tarjeta de débito asociada a la cuenta también es otro mecanismo viable.

Banco Patagonia: la página de internet desde su opción del homebanking (Patagonia E-Bank) tiene la opción -habrá que validar con los datos del dni y un código enviado por mensaje de texto al celular que se informe- También puede realizarse desde la aplicación del teléfono móvil.

Banco Itaú:  en esta ocasión existen distintas opciones; a) de manera presencial en cualquier sucursal del banco; b) consumos con tarjeta de débito en cualquier comercio c) colocar la huella digital en el tótem biométrico de ANSES

Banco BBVA: en esta entidad bancaria también hay varias alternativas. A) de manera presencial en la sucursal del banco a través de una extracción por ventanilla, lo cual tiene una duración de 90 días; b) realizando una compra con tarjeta de débito de manera presencial; c) tótem de ANSES o con huella digital en cajero automático


Asumir y reventar

 OPINIÓN

Asumir y reventar

por Noelia Dans


El 8 de marzo, conocido “día de la mujer”, es un día de conmemoración que desde hace un tiempo lo utilizamos para expresarnos y luchar
; aunque nuestra lucha sea asidua y ardua. Por eso elegí escribir este texto que no es para nosotras las feministas, porque no voy a contar nada que no sepamos. Tampoco es para hablar de lo que pasó un 8 de marzo de 1908 en Estados Unidos. Este texto es para las que aún no se ven representadas por nosotras. No las juzgo, yo también estuve en ese lugar. La mayoría de las mujeres no podemos decir que nos reconocemos feministas de toda la vida, desde la cuna. La mayoría de nosotras tuvimos un quiebre en nuestras vidas, un momento (o varios) que nos llevaron a la conclusión de que somos feministas. Lo más común es que esa situación esté muy involucrada a sufrir el machismo. Padecerlo en sus miles de formas: abuso, acoso, violación, denigración, violencia, incomodidad.

Desde muy chica que caminando por la calle tuve que soportar comentarios de hombres, opiniones sobre mi cuerpo. Siempre venían de hombres desconocidos, que caminaban por ahí como yo, que estaban trabajando o tomando una cerveza como yo. Pero, a diferencia de mí, ellos podían hacerlo con tranquilidad y yo no. Eso nos diferenciaba y nos diferencia. Los hombres podían y pueden caminar sin problema de que yo vaya a decirles “¡qué buen culo, mi amor!”, pero yo no podía, ni puedo hacerlo.

Después de caminar y esquivar comentarios, me sentaba en una mesa a cenar con hombres y mujeres. En mi rol de mujer, me correspondía poner la mesa, también cocinar y también lavar los platos -y también y también. El rol de hombre me parecía más divertido, mirar un partido de fútbol o hacer cualquier cosa mientras nosotras nos ocupábamos de no interrumpir. A mí me daba un poco de bronca porque, además de que lavar los platos me resultaba la peor tarea del hogar, yo quería ver el partido. Pero es cosa de hombres, nena; acá tenes la Barbie y te podés maquillar con esto para entretenerte. ¿Por qué no podía ser parte de ese rol? ¿Por qué había roles?

Con el tiempo crecí y empezaron a entrar nuevos hombres que actuaban muy similar a los de mi infancia y mi rol seguía siendo muy parecido al de cuando era chica, pero empecé a cuestionarlo. Muchos de ellos se comportaban de una forma a la que yo no estaba acostumbrada en un hombre cercano. Pero, si era cercano, no podía hacerme algún mal de ese tipo. Podía engañarme con otra, ese tipo de males sí, el otro tipo no; ese era de hombres desconocidos. Cómo un hombre que me quería podía llegar a hacer algo que podía herirme, algo que haría un hombre que no me conoce. Cómo un hombre cercano a mí podía violentarme.

El feminismo comenzó una nueva ola de auge y me atrapó. Empecé a leer publicaciones de mujeres feministas contando sus situaciones y me parecía que se asemejaban a mí. Sus historias me eran cercanas y empecé a odiar el feminismo, porque el odio es el sentimiento más fácil. Cuando algo o alguien nos hace sentir vulnerables es mucho más simple odiar. Porque pensar, reflexionar, asumir, es muy complejo y doloroso. Odié ver la realidad, la mía, la de todas. Hasta que necesité una salida y compañía. Necesité asumir. Y aunque odié al feminismo, aunque lo negué, el feminismo estaba ahí para ayudarme, para rescatarme de un círculo vicioso del que no podía salir, para demostrarme que podía ser mujer y que me traten bien, que podía disfrutar del futbol, aspirar a lo que yo quisiera y no tener que soportar comentarios de cuán grandes son mis tetas. Al menos los que no pedí.

Hace un tiempo largo que pertenezco. En realidad, siempre pertenecí. Solo que hace un tiempo lo asumí. Hacerse cargo de que tus derechos no son iguales a los de un tipo con pito o que, aún teniendo menos derechos que el tipo, tenes más que otras mujeres en situaciones distintas no es fácil. Menos simple aún es hacerse cargo de un padecimiento. Por vergüenza, por sentirse débil.

Asumir es una palabra que me gusta, porque su significado me parece complejo. No el significado en sí, sino llevar a cabo lo que refiere a ello. Asumirse vulnerable, sensible o lo que sea. Asumir es, de alguna forma, entender lo que nos representa, reconocernos. Creo que siempre asumir resulta liberador, lo que no lo hace sencillo. Por eso asumimos y reventamos. Reventamos de bronca, de ira, de tristeza o de alegría.

Cuando asumí que me veía afectada por el machísimo, me liberé. Pero también me sentí débil. Sentí que asumir que un hombre estaba teniendo algún tipo de poder sobre mí me hacía sentir chiquita. Después entendí que asumir y enfrentarlo demostraba mi fuerza, que era muy superior ante la de un tipo que tenía que esconderse.

Y reventé, porque es necesario reventar, hacer ruido, destruir y reconstruir para que asumirse no sea en vano y lo altere todo.


La noche de las librerías

 NOTICIAS

La noche de las librerías.

Más de noventa mil personas recorrieron la avenida Corrientes en una nueva edición de la “noche de las librerías”

 

      Foto - Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires

La avenida Corrientes, la calle que nunca duerme, se visitó de fiesta para recibir una noche en la que las librerías fueron las protagonistas centrales. La avenida, hoy con dos carriles que funcionan como peatonales, recibió a más de noventa mil personas el pasado sábado 4 de marzo.

Las librerías, que se encuentran entre la avenida Callao y Lima, incrementaron sus ventas según fuentes del Gobierno de la Ciudad, llegando a triplicar la facturación que suelen generar en un fin de semana habitual. Más de 50 actividades distintas se llevaron adelante en seis escenarios distintos, que llevaron nombres de distintos referentes de la literatura: Estela Figueroa, Antonio Di Benedetto, Vlady Kociancih, Ernesto Sábato, Quino y Sylvia Molloy

Más de 20 comercios permanecieron abiertos entre las 6 de la tarde y la 1 de la madrugada para poder ser visitadas. Dentro de las actividades, hubo shows musicales, charlas y lecturas, de manera libre y gratuita. Participaron distintas personalidades reconocidas, entre ellas se destacan Santiago Kovadloff, Ricardo Gil Lavedra, María O’Donnell, Facundo Pastor, Santiago Lach, Hinde Pomeraniec, Claudia Piñeiro, Martín Kohan, y muchos más.

40 años de democracia: quienes sí lo experimentaron

 MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA

40 años de democracia: quienes sí lo experimentaron

Así como en la página anterior el enfoque es de quienes no vivieron lo que implicó el genocidio iniciado en 1976, por aquí otro enfoque. El de quienes sí lo vivieron en carne propia



¿Qué implica para quienes lo vivimos, que se haya declarado el Día de la Memoria y sea feriado nacional? ¿Significa acaso que podamos revivir aquellos momentos?

Probablemente no, pero sí permitir señalar un hito antes y después de ese 24 de marzo de la década del 70’.

 En la vida de cada uno de los argentinos y argentinas, significa el comienzo de una etapa irrepetible. Los que fueron torturados, secuestrados, amordazados; quienes no se daban cuenta de lo que pasaba -y para quienes no querían darse cuenta-; para los insensibles; para los despojados de sus hijos e hijas, hermanos y hermanas; para el pueblo argentino fue el comienzo de una tragedia inconmensurable. No sólo por la pérdida de 30.000 compañeros y cientos de niños y niñas que fueron apropiados sino también por el cercenamiento de derechos más básicos del ser humano: la libertad.

 Esa pérdida se tradujo de mil maneras: desde la extrema pobreza hasta la imposibilidad de pronunciar palabras y expresar ideas y, si como eso no hubiera sido suficiente, la declaración de una guerra donde los soldados que ofrecieron sus vidas heroicamente por su Patria, fueron víctimas del escarnio en medio de un mundial de fútbol que solo pretendía esconder las más terribles atrocidades. El relato de ese periodo tremendo fue difundido por la voluntad del pueblo que

afortunadamente no olvida, a pesar de que fuerzas hegemónicas pretendan borrar o descalificar.

  “Proceda”, dijo el entonces presidente Néstor Kirchner el 24 de marzo de 2004. Esa instrucción pasaría a la historia, consolidando el sistema democrático, tras el simbólico accionar de descolgar los cuadros de Jorge Rafael Videla y Reynaldo Bignone de la galería de oficiales del Colegio Militar del Palomar. “Señores integrantes del Colegio Militar de la Nación y de las Fuerzas Armadas, señores generales y oficiales superiores: nunca más, nunca más tiene que volver a subvertirse el orden institucional en la Argentina. Es el pueblo argentino por el voto y la decisión del mismo, quien decide el destino de la Argentina; definitivamente terminar con las mentes iluminadas y los salvadores mesiánicos que sólo traen dolor y sangre a los argentinos”, dijo Kichner. Eso abrió las puertas a que luego: juicio y castigo a los genocidas, la recuperación de nietos apropiados, los derechos humanos como política de estado. Efectivo y no trunco, como sucedió luego del juicio a las juntas y los indultos posteriores.

 Es cierto que en este momento referirnos a los conceptos de Memoria, Verdad y Justicia, encuentra en esta última pata del trípode una sensación amarga. No tenemos el sistema judicial que nos merecemos y la democracia se encuentra en un proceso de fragilidad bastante alta.

 Por eso, a 40 años de aquel lejano 10 de diciembre, nos convocamos a recuperar todo lo perdido y a fortalecer lo recuperado; a no dar todo por hecho, por natural, por sabido. Dejar de lado el negacionismo y ser más consientes que nunca; para seguir proclamando a viva voz, que por más defectos que la democracia pueda tener, la libertad de poder elegir, no la negociamos.


40 años de democracia: de la dictadura a la actualidad

 MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA

40 años de democracia: de la dictadura a la actualidad.

En una fecha tan importante desde lo simbólico y lo material, El Tambor se toma ciertas licencias y nos animamos a trasladar algunas situaciones al tiempo presente.


Este año se cumplen cuarenta años del retorno de la democracia. Sí, cuarenta años de una democracia sin interrupciones. Cuarenta años parecen una vida, pero cuando se trata de vidas arrancadas y no vividas, de un país al que le arrebataron la libertad, cuarenta años suena a poco.

La mayoría de quienes integramos El Tambor no vivimos en carne propia la salvajada de lo sucedido en la dictadura cívico-militar que se llevó a 30.000 personas y destruyó grandes cantidades de familias. Desconocemos lo que es vivir en carne propia la pérdida de la democracia. Gozamos de democracia, gracias a años de lucha y de memoria. Por eso, estas fechas nos llevan a hacer un ejercicio para comprender lo que pasó, para invitar a una reflexión.

Traslademos la situación hoy día. Imagínense que están en sus casas, mirando una serie, viendo el celular o leyendo un libro. De golpe escuchan que alguien empieza a golpear la puerta con violencia; el sonido es tan fuerte que se escucha como si la puerta que golpean es la de sus habitaciones y que esta a punto de romperse. Ingresan un grupo de hombres, a los que desconocen, y con agresividad empujan a sus viejos y preguntan por ustedes. Sus familiares fingen que no están ahí, mientras escuchan atrás de la puerta, con el corazón que late tan fuerte que sienten que pueden escuchar cada latido. Mientras, piensan si esconderse en el armario servirá de algo. No sirve, porque esos hombres están revolviendo toda la casa. La biblioteca ya está en el piso. Confusión total, bolsa en la cabeza y se los llevan, así sin más, delante de los ojos de su familia. Cuando salen, sus vecinos los ven, pero nadie hace nada; fingen no estar presenciándolo. Hay olor a terror. El auto recorre algunas calles, hasta que frena y los bajan en un lugar. Huelen, escuchan, sienten, pero no ven, tampoco entienden ¿Cuál es el crimen? Pensar, leer, manifestarse y ser democráticos.

Lo peor está por comenzar: la tortura. Lo mejor que pueden esperar, y aún no lo saben, es que los lleven a una celda y simplemente se queden ahí. Desconocían los crímenes de lesa humanidad. Dame nombres de tus amigos, de tus amiguitos zurditos como vos, escuchan de una voz que suena muy cercana, rozando el oído. Lloran. No quieren nombrar a sus amigos, pero por cada nombre que no dan es un golpe que reciben. Y un golpe es lo más ameno. Porque la tortura impune no entiende de límites.

Mientras tanto pasan los días, los meses o los años y sus familias no saben nada de ustedes. La policía no es un lugar seguro, ningún lugar es seguro. Nadie puede hablar porque temen. Y ustedes, tal vez, nunca aparezcan. En las redes no hay noticias de que algo este pasando. Pero en la calle se siente una tensión constante y silenciosa. Una tensión que susurra que algo está sucediendo, que lo sabemos, pero no lo sabemos.

Jorge Rafael Videla, dictador, en el año 1979 en una conferencia de prensa, tras una pregunta del periodista José Ignacio López en referencia los dichos por el papa Juan Pablo II en referencia a los desaparecidos, declaró: “Frente al desaparecido, en tanto esté como tal, es una incógnita el desaparecido. Si el hombre apareciera, bueno, tendrá un tratamiento X y si la aparición se convirtiera en certeza de su fallecimiento, tiene un tratamiento Z. Pero mientras sea desaparecido no puede tener ningún tratamiento especial, es una incógnita, es un desaparecido, no tiene entidad, no está ni muerto ni vivo, está desaparecido”. La declaración es de un cinismo extremadamente malévolo. Pero es la explicación a la desaparición. Es la explicación a que muchas familias no hayan recuperados a sus cercanos, ni vivos, ni muertos. Si ustedes fueran arrastrados de sus vidas, si les arrancaran la existencia y la libertad, serían una incógnita. Y, también, la tristeza eterna de sus familias y amigos.

La democracia es un bien preciado. La democracia es sinónimo de libertad. Elegir y decidir, sin recibir represalias por ello, es ser libre. Y la libertad es lo más valioso que tenemos, por eso la democracia es crucial para el país. Defenderla es nuestro trabajo, porque cuando defendemos la democracia, defendemos nuestro poder de decisión. Tener memoria, transmitir la vedad y pedir justicia es importante para que no suceda nunca más.

No es una cuestión de paladar.

 EDITORIAL

No es una cuestión de paladar.

    Foto: Mario Quinteros -Clarín.-

Marzo, qué mes. Cuando tomé papel y lápiz para empezar a escribir estas líneas -me permito la primera persona-, pensé en eso. Qué mes. Acto seguido me detuve y me dije para mis adentros; todos los meses son meses importantes por distintas circunstancias. Entonces, por qué pensar en qué marzo sea distinto a los demás si, por alguna causa cualquiera que fuera, ellos demás se distinguirán por algún rasgo.

Sin embargo, este no es un marzo cualquiera. Se cumplen 40 años del retorno a la democracia y eso no es un dato menor. En tiempos donde muchas cosas se dan por hechas, por garantizadas, por naturales, es necesario parar la pelota, hacer una pausa. Leer en letras de molde o escuchar en programas de TV en horario central a determinadxs personajes hablar con tal liviandad sobre lo ocurrido en el período que comprende los años 1976-1983 nos remite a priori, reflexionar. Periodistas, diputados, personas conocidas, famosas, cuestionar si fueron 30.000 o no, realmente es preocupante.

El contexto no es el mejor. Probablemente, desde el retorno a la democracia, estamos en un momento de fragilidad muy preocupante. Las instituciones no funcionan como debieran. Una medida cautelar emitida por cualquier juzgado federal tiene capacidad de tumbar una ley nacional o un decreto firmado por el Presidente de la Nación. El parlamento nacional, en particular la Cámara de Diputados, tiene varios proyectos importantes que no son tratados porque la oposición no da quórum y no habilita el debate. Ya no pasa por una cuestión de paladar o el prisma ideológico desde donde analizamos: si no estuviesen de acuerdo, que voten en contra de lo que plantea el oficialismo. O viceversa. No; aquí no se debate. Costó horrores conseguir el quórum para que se trate en sesión extraordinaria la ley de inclusión previsional para que la ANSES pueda jubilar a más de 800.000 personas que sin esta herramienta no podrían acceder a un derecho tan elemental, básico -y humano- como lo es este. Empresas de diversa índole marcando y remarcando precios de alimentos u otros servicios con el aval de la Corte Suprema de la Nación, como son los casos de los aumentos en la medicina prepaga o las telecomunicaciones. Todo esto, sin entrar en el rol que tienen los medios de comunicación hegemónicos; eso lo dejamos para la próxima.

No obstante, democracia al fin. Y hay que cuidarla.

Cuidarla porque ha costado mucho. No es una frase hecha; costó vidas.

Evidentemente, en estos tiempos donde todo es tan rápido, tan efímero, tan líquido, donde vale más una imagen, un recorte, un tuit, debemos volver a lo artesanal -en términos del “Piti” Alvarez*, me permito la digresión. Volver a lo básico, a lo más llano, a lo más obvio. 30.000 personas fueron detenidas, torturadas, asesinadas, desaparecidas. Les robaron sus pertenencias, su patrimonio; incluso a muchos de ellos, sus hijxs. Por eso es tan importante el trabajo que realizan los organismos de derechos humanos, y en esta materia, continuar destacando lo que realiza Abuelas de Plaza de Mayo, que continúa buscando a los casi 400 nietos y nietas que faltan. Madres de Plaza de Mayo, con sus rondas de los jueves, con la lucha inclaudicable. Más en este momento, que será el primer 24 de marzo sin la presencia física de Hebe de Bonafini, quien ha sido la voz de los que no han tenido voz, durante muchísimo tiempo.

Afortunadamente, el cine argentino volvió a ser noticia y a ponernos en la primera plana internacional con la película “Argentina 1985” -que recomendamos ver. Puede gustar más o menos el enfoque, pero nuevas generaciones de pibes y pibas pudieron acercarse a esta etapa de la historia y entender de que fue la cosa. De que va la cosa.

No pasa por una cuestión de paladar o el prisma ideológico desde donde analizamos, si estamos más o menos de acuerdo. Son debates ya saldados. El horror, el terror, la persecución, fue instrumentado desde el propio estado, quien debe ser garante de nuestros derechos.

¿Se imaginan salir de casa y no volver? ¿Se imaginan lo que significa no poder manifestarnos, expresarnos libremente? Que te paren por la calle, que te lleven por tus simpatías políticas o preferencias de qué ropa usas, el largo del cabello, tu sexualidad o que entren a tu casa porque tu nombre figuraba en alguna agenda, cuaderno o anotador de otra persona. Lo escribo y se me pone la piel de pollo.

Estamos en un momento bisagra de nuestra historia y es menester hacernos cargo del lugar que nos toca como ciudadanos de este país. No es una cuestión de paladar.

Nunca más, es nunca más.

*”Lo artesanal” un temazo de Viejas Locas.